La tercera ola se resiste a abandonar Soria y, mientras el resto de España avanza hacia la zona de meseta, aquí los datos todavía no dan tregua. «Ha bajado algo la incidencia» en la última semana pero «seguimos en datos altos -con una veintena de casos nuevos diagnosticados cada día- y con una ocupación hospitalaria importante». Estos indicadores (y la experiencia acumulada tras un año ya de pandemia) hacen prever que «todavía quedan, al menos, entre tres y cuatro semanas malas en Soria hasta volver a la situación inicial razonable de incidencia», calcula el gerente de Asistencia Sanitaria, Enrique Delgado. En este escenario, las perspectivas no son buenas, máxime cuando ya hay alerta de una cuarta ola al ‘amparo’ de la Semana Santa.

«La propia ministra lo ha dicho y realmente estamos muy preocupados porque ya tenemos la experiencia de Navidad, donde fue tremendo. Están empezando a avisar ya de una cuarta ola y hay algunas provincias que han conseguido unos datos razonables y podrían asumirlo, pero en Soria nos cogerá en pleno descenso y puede ser muy complicado», aventura el responsable sanitario.

En la última semana ha bajado la presión asistencial en el hospital pero la ocupación ocasionada por el virus todavía es muy alta. La UCI sigue estando al límite de su capacidad (al 157%), y 19 de las 22 plazas ocupadas son COVID, y ha sido necesario trasladar a dos pacientes a otros hospitales. Sigue habiendo más de 60 pacientes COVID ingresados y a diario hay nuevas hospitalizaciones;y todavía hay cuatro plantas en Santa Bárbara (las tres alas de la sexta planta y una de la cuarta planta donde está triaje) dedicadas al SARS-CoV-2. Por si fuera poco, prácticamente todos los indicadores siguen situando a Soria en zona roja, con riesgo «muy alto». 

Solo es necesario echar un vistazo al panel COVID-19 que diseña el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el Instituto de Salud Carlos IIIcon datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) para evidenciar la situación de Soria (https://cnecovid.isciii.es/covid19/). Es la única provincia de España marcada en azul oscuro, es decir, con datos de incidencia en cotas extremas. 

Es la cara más negativa y, también, la más preocupante de esta tercera ola, pero hay también una para «la esperanza», la vacunación, que se ha demostrado ya como «la medida más eficaz» y «lo que va a frenar esta pandemia», confía Delgado a la vista de las primeras evidencias. 

más de 700 vacunas diarias. La Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria trata de agilizar la vacunación tanto como permite la disponibilidad de dosis y se multiplican esfuerzos por parte del personal sanitario para acortar los plazos. Desde que se puso la primera vacuna en Soria el 30 de diciembre de 2020 y hasta el cierre de esta edición se han administrado ya 16.442 dosis, lo que supone una media de unas 250 dosis diarias, si bien en las últimas jornadas se ha aumentado el ritmo y se superan las 700 vacunaciones diarias. El pasado jueves se alcanzó la cifra récord de personas vacunadas en un solo día, 810. 

Se vacuna en horario de mañana y de tarde en todas las zonas básicas de salud del ámbito rural y, en la capital, hay líneas de vacunación en horario de tarde y durante todo el fin de semana con cuatro líneas en los puntos de Soria Sur (2), Hospital Virgen del Mirón (para pacientes de Soria Norte) y Soria Rural. 

vacunados/contagiados. «Tratamos de ir lo más rápido posible y estamos muy ilusionados. Si llegan vacunas, creo que progresaremos en poco tiempo y eso es lo que va a frenar el virus, porque lo estamos viendo ya en las residencias donde ha bajado el contagio, la hospitalización y los fallecidos desde que se vacunó», destaca Delgado, quien tiene las esperanzas puestas también en la llegada de la vacuna de Johnson & Johnson ya que, al ser una sola dosis, permitirá avanzar más rápido hacia la deseada inmunidad de grupo. De momento, la vacunación ha cumplido ya en Soria dos meses y esta semana se ha conseguido ya que haya más personas vacunadas (con al menos una dosis puesta) que contagiadas. 

Según los datos que facilita la Junta en el portal de transparencia, se han administrado en Soria el 77% de las dosis recibidas de alguno de los tres fármacos que se están administrando de los laboratorios Pfizer-BioNtech (17.940 dosis recibidas en Soria al cierre de esta edición), Moderna (1.200) y AstraZeneca (2.200). 

Las 16.442 dosis inoculadas en la provincia hasta el cierre de esta edición han permitido que 4.761 personas están ya inmunizadas al haber recibido las dos dosis (9.522 dosis en total). De acuerdo a estos datos, otras 6.920 personas han recibido ya la primera dosis, lo que supone que 11.681 personas estarían ya en proceso de vacunación en Soria o con el ciclo de vacunación completo.  Y eso, cabe apuntar, sin contar los datos de este jueves, ya que el recuento de vacunación va con un día de retraso. 

Según el recuento de la Consejería de Sanidad, Soria suma 8.844 casos confirmados con prueba diagnóstica de infección desde marzo de 2020. Este dato, no obstante, no incluye los casos diagnosticados desde Atención Primaria atendiendo a la sintomatología pero sin prueba que lo confirme. Esto, hay que admitir, ahora son inexistentes ya que se realiza prueba a todo casi sospechoso, si bien en la primera ola fueron numerosos ya que había escasez de PCR. Contabilizando también esos casos, la provincia sumaría en estos momentos 11.698 infectados de COVID-19, de modo que se contabilice como se contabilice las personas en proceso de vacunación superan ya a las contagiadas. 

cepa británica, «dominante». Desde la Gerencia tienen claro que la vacunación «es lo único que se ha demostrado hasta ahora claramente eficaz para combatir el virus», si bien Delgado no esconde su preocupación por que el virus siga mutando y acaben llegando cepas que no respondan a las vacunas que actualmente hay en el mercado. 

En este sentido, admite que es obvio ya que la «cepa dominante» en estos momentos en Soria es la cepa británica, si bien a su juicio esto no es especialmente alarmante desde el punto de vista sanitario ya que, «puede que sea algo más contagiosa, pero no produce más letalidad y, además, es una cepa que cogen las vacunas que tenemos». De hecho, apunta «inicialmente no se han cambiado los protocolos» para atender a los afectados por la cepa británica. 

el miedo:otras cepas. Más allá de la cepa británica, «lo que da miedo realmente es que estas vacunas no sean efectivas frente a otras cepas que ya se están oyendo, porque eso sí puede ser un problema de verdad», alerta Delgado. «Es hoy en día la mayor preocupación, evitar otro tipo de cepas que desplacen a esta y que no se puedan combatir con las herramientas que ahora disponemos», añade, incidiendo en que, si eso ocurre, «ya que al final todos los virus mutan», la situación se puede complicar de nuevo.