Herreros, la (intra) historia contada y escrita

A.P.L.
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La Asociación de Agricultores ha lanzado la segunda edición del libro de Jesús Gaspar Alcubilla en el que han colaborado varios vecinos

Herreros, la (intra) historia contada y escrita - Foto: E.G.M

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Herreros

El libro Herreros. Intrahistoria 1930-1950 ya tiene una segunda edición de 200 ejemplares disponibles en las librerías de Soriam tras una primera de 300 ejemplares con muy buena acogida. El autor, Jesús Gaspar Alcubilla, lo presenta como «una especie de retablo» y «una pequeña inmersión a través del presente más reciente a la posguerra y la época de más esplendor que pudo tener el pueblo en ese Barroco tardío del siglo XVIII, la época del Taller de Herreros».

Esta aventura literaria surgió cuando Javier Gómez pensó en la posibilidad de recopilar la información que atesoran los más mayores de la localidad «para no perder esas historias», así que se buscó a más gente del pueblo, como el escritor Jesús Gaspar Alcubilla y los maquetadores Óscar Latorre yMarta Gómez, para dar forma a esta publicación que edita la propia Sociedad de Agricultores. Es un libro distinto a los de otros pueblos pero a través de muchos aspectos que se exponen -personajes, modos de vida, despoblación...- pueden verse identificados otros lugares.

colaboradores. La trama se entremezcla con los testimonios y la investigación para presentar cada uno de los capítulos. El libro comienza con los agradecimientos a las personas mayores que han colaborado como «informadores»: Alicia Romera Mingote, Clara Torroba Romera y Gregorio y Antonio Gaspar Ramos. 

«Alicia aporta la parte más sentimental y nostálgica» con valiosos recuerdos de gran exactitud, lo que animó al propio autor a continuar con el proyecto. Sobre todo se abordan las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado y la posguerra, pero también episodios de la Guerra Civil como «punto de arranque», comenta el autor. Su padre Antonio y su tío Gregorio, que ha sido pastor y gran conocedor de parajes y de la actividad ganadera, le aportaron otras muchas historias, y también Clara durante sus largas y enriquecedoras conversaciones en sus visitas. Hay un curioso apartado dedicado a los 'tíos' (apelativos populares en los pueblos), como la tía Marcela, el tío Toledano, el tío Sastre o el tío Zapatero; y otro de los censos, que dejan constancia de la importancia de Herreros en otros tiempos, porque llegó a tener 500 habitantes. Uno de los capítulos más emotivos es el del inevitable éxodo de emigrantes a otras zonas de España y otros países.

«La parte principal de la publicación se dedica a las historias,  los personajes y los lugares», por lo que se describen desde el cariño y la nostalgia parajes, construcciones y enclaves de socialización. Entre ellos, la pobrera, la venta, la tejera... pero también el pantano y la sierra de Cabrejas, a la que allí llaman La Cuesta. Los oficios antiguos centran otro de los relatos y se incluyen «estampas» de personajes como Benito Poyo, alias Matraco. El autor incide en aspectos de aquella época, como las tormentas, la toponimia, las fraguas y su conexión con la carretería (se perteneció a la Real Cabaña de Carreteros), los cordeles y las majadas.

historia. Entre los personajes, el escritor destaca al Tío Pintamonas, el último de una saga de artistas que hubo en Herreros documentados desde el siglo XVIII e incluso antes. «Eran escultores, doradores, charolistas y se habla de ellos en un libro colectivo que publicó Caja Duero. Hacían retablos en iglesias y existió, por ello, el Taller de Herreros», subraya.

La última parte del libro se dedica a las fiestas y tradiciones, como San Roque y La Barrosa, que existió hace años y era como la de Abejar. La idea, según Javier Gómez, impulsor del proyecto y miembro de la Sociedad de Agricultores, es que «Herreros, sus gentes, sus campos, sus trabajos y su cultura sobrevivan en estas páginas» y «los descendientes descubran cómo era el pueblo cuando en vez de móviles había campanas, en vez de coches había carros y todos los vecinos se ayudaban unos a otros». Igualmente, esta original crónica servirá «para que los 'chavetos' aprendamos de nuestra tierra, nuestra historia y lo que los antepasados nos han legado hasta ser lo que hoy somos».