Francisco Muro de Iscar

MUY PERSONAL

Francisco Muro de Iscar

Periodista


¿Quién hundirá, al fin, la Justicia?

09/02/2023

Los jueces españoles, la mayoría, son independientes, trabajan, respetan y hacen cumplir las leyes. La Justicia funciona razonablemente gracias a ellos. Lo mismo sucede con otros profesionales de la justicia, como los abogados, pero eso no impide que los ciudadanos perciban que la justicia en España está cada vez peor. Y tienen razón. Faltan más jueces y fiscales, una tecnología que funcione, una organización adecuada, una ejecución de sentencias eficiente y muchas más cosas. Pero como, al menos hasta ahora, la justicia no daba ni quitaba votos, ningún Gobierno se ha preocupado por resolver los problemas reales. El bochornoso espectáculo que se está produciendo con la ley del "solo si es sí" es solo una parte del problema. Grave, muy grave, pero solo una punta del iceberg. Ya veremos si se nota en las urnas.

El Supremo está colapsado y emite unas mil sentencias menos al año porque tiene cerca de cien vacantes que no se pueden cubrir porque el Consejo del Poder Judicial tiene bloqueada esa posibilidad por el Gobierno. Los letrados de la Administración de Justicia -los LAJ, antes secretarios judiciales- llevan tres semanas en huelga y ya se han suspendido casi 100.000 mil juicios, hay cerca de 20.000 demandas esperando que se repartan para su tramitación, cientos de conciliaciones o concursos de acreedores también suspendidos y cientos de millones de euros consignados en el juzgado -indemnizaciones o pensiones alimentarias, por ejemplo-, pero que no se pueden entregar a sus legítimos dueños. Y, además, los LAJ no avisan de los juicios que se van a suspender y allí tienen que acudir abogados, clientes y testigos a perder horas y horas para nada. La Abogacía ha protestado, pero de momento, lo único cierto es que recuperar todo lo no celebrado costará meses y perjudica gravemente a los ciudadanos. Y el Ministerio de Justicia no negocia, no hace nada.

Hay muchos más problemas. El Constitucional está en el punto de mira. El bloqueo del Poder Judicial seguramente tampoco se resolverá si gana el PP, porque entonces el PSOE le devolverá la moneda y así, los actuales miembros se convertirán en "vitalicios". Es posible que las leyes de eficiencia organizativa y de eficiencia procesal no se puedan aprobar en esta legislatura por las tensiones entre el PSOE y Podemos. Tampoco la importante Ley del Derecho de Defensa. La lenta y mala ejecución de sentencias, que es competencia de los LAJ y que piden los procuradores, es otro cáncer de la justicia.

La ministra de Justicia, que no comparece ante los medios de comunicación, que no habla sobre la huelga de los secretarios judiciales, que tiene escaso diálogo con los colectivos de la justicia, que no asiste a actos relevantes donde debería estar presente, como la toma de posesión de los nuevos magistrados del TC, ha salido ahora, enviada por Pedro Sánchez, en dos medios amigos para reducir daños y defender la marcha atrás en la ley del sólo sí es sí.

Pilar Llop dice que los mensajes que se están dando "confusos", pero que "ha pasado algo muy grave" -entre otras cosas que muchas mujeres han tenido que cambiar de residencia o modificar sus hábitos y los de sus hijos y que, pese al cambio, se seguirán revisando condenas y poniendo a violadores en la calle- pero que no hay que buscar culpables. Ni responsables. Que, como dice Sánchez, lo importante es que lo van a arreglar. Y ahí es donde se equivoca más. Son culpables, y responsables del miedo y el dolor causado a las víctimas, la ministra de Igualdad, la de Justicia, el presidente que dio el ok, todo el Consejo de Ministros que aprobó la ley y los grupos parlamentarios que la respaldaron (201 votos en el Congreso).

Ya anuncian que van a tener que corregir algunos aspectos de la Ley de Protección de la Infancia -obra de Pablo Iglesias-, y con la Ley Trans, que está en puertas, va a suceder algo igual o más grave, si no paralizan su tramitación. Si no saben, que no se metan. Y si se equivocan, que se vayan. ¡Cómo no va a caer la confianza de los ciudadanos, de los empresarios, de los inversores y de los propios profesionales en la Justicia si quienes más debían cuidarla y respetarla, la están hundiendo!