Las expectativas de recuperación se han visto truncadas por la crisis de semiconductores, por la espiral inflacionistas de los precios de la energía y los hidrocarburos, por la falta de materias primas y, ahora, por la Guerra de Ucrania. Llueve sobre mojado y, a nivel industrial, el reguero de damnificados no cesa. Fico, Plásticos ABC, Mubea, Norma... han visto afectada su producción, y no son los únicos. El secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT en Soria, Pablo Soria, analiza el escenario actual. 

¿Cuál es la situación de la industria de Soria ante la tesitura económica?

La palabra es incertidumbre. Las empresas, y sobre todo los trabajadores, estamos muy preocupados por lo que puede venir a raíz de la guerra que tenemos ahora mismo. 

Las crisis suelen desencadenar procesos de regulación de empleo, ¿se negocian ya nuevos ERTEs?

El último expediente de regulación que hemos negociado desde nuestra federación es el de Mubea Ibérica (empresa de componentes de automóvil de Ágreda) pero, tal y como está la situación, no se descarta que vengan nuevos ERTEs o que se prorroguen los que hay. Estamos a la expectativa de lo que pueda venir. 

El ERTE de Mubea Ibérica, ¿a cuántos trabajadores afecta?

A la totalidad de la plantilla, que son más de cien trabajadores. Aunque fue un poco duro, llegamos a un acuerdo y está vigente a partir del 1 de abril.

¿Hay amenaza de cierres o de deslocalización de empresas en Soria?

Ahora no tenemos constancia de que haya previsto ningún cierre. En cuanto a deslocalizaciones... se ha hablado en los últimos días de Puertas Norma. Desde el sindicato decimos lo que nos trasladan los trabajadores, no nos inventamos nada. Ahí hubo despidos en diciembre, y ahora ha vuelto a haber.Es cierto que dejan pasar los tres meses que corresponden entre despidos, pero nos preocupa por si hay un ERE encubierto. La preocupación de los trabajadores es que se lleven parte de la producción a otro sitio. 

Por lo que les traslada la plantilla, ¿cuál es la situación real en Puertas Norma en estos momentos?

Sabemos que tienen una bolsa de flexibilidad acordada y, por ejemplo, con la huelga de transportes hubo que parar. Pero hay preocupación porque ha habido un goteo de despidos, algunos trabajadores indefinidos con mucha antigüedad en la empresa, y sabemos por experiencia que un puesto que se destruye es un puesto que mal se va a recuperar. 

Los trabajadores nos trasladan que hay preocupación por si parte de la producción se la llevan a otra planta del grupo. Eso es lo que nos dicen, que ¡ojalá no ocurra! También es cierto que ahí tiene parte la Diputación y entendemos que se tendrá que posicionar y tomar alguna medida. 

Ondara vive en una amenaza constante. La cosecha de los dos primeros lotes ha dado un respiro pero sigue sin haber licencia definitiva para la producción y exportación de cannabis, ¿qué perspectivas manejan? 

Estamos a la espera de que David Engel, el propietario de la empresa, cumpla con lo que dijo. Ha traído dos personas de Estados Unidos que son las que están dirigiendo la cosecha y el invernadero, pero no sabemos lo que va a ocurrir a partir de aquí. 

Esta semana se ha empezado a cosechar el segundo lote y han contratado a 23 trabajadores de los que despidieron. Ese aspecto es positivo, pero ahora falta que la Agencia del Medicamento venga, vea que lo ha hecho bien y les de la licencia para comercializar. 

Y una vez que se coseche el último lote, el tercero, ¿que opciones hay?

Es lo que queremos saber nosotros, pero no tenemos ningún interlocutor con la empresa para saber qué va a pasar en ese impasse de tiempo, cuánto va a durar, cuándo darán la licencia, qué pasa con los trabajadores en ese tiempo... 

Si algo ha dejado claro todo esto es que, si allí hay un valor, son los propios trabajadores, que están demostrando que son la gente más seria, que están sacando adelante el trabajo a pesar de las guerras internas que están viviendo. Ellos han hecho que la producción de cannabis sea óptima, por  lo que solo cabe esperar que lleguen las licencias y que se pueda seguir asumir un proceso productivo cíclico y contraten a más gente.

¿Ve una viabilidad real en Ondara? 

Por lo que nos dicen los trabajadores, sí. El mundo del cannabis lo desconocemos pero el proceso productivo es estupendo y sabemos que hay interés por comprar esa planta. A nadie se nos escapa que hace poco hubo gente que hizo ofertas a Engel por la producción. Nosotros sí que le vemos la viabilidad. 

¿Y ve realmente posible recuperar a los trabajadores que se despidieron?

Es el compromiso y entiendo que esto es un primer paso y, una vez se tenga licencia, se podrá sembrar más y hacer un proceso cíclico. Y el compromiso está escrito, deben contratar a la gente que salió. 

En Fico Mirrors vienen enlazando EREs y ERTEs desde 2008. ¿Cuál es la situación actual de la plantilla?

Yo soy trabajador de allí y vengo sufriendo expedientes desde 2008... Ahora estamos en un nuevo ERTE que entró en vigor el 18 de octubre. 

Nadie duda de que ahora hay que poner medidas porque el sector del automóvil no está en el momento más boyante, pero la verdad es que haya crisis o no en Fico siempre hay un ERTE, y la gente estamos ya un poco cansados. 

Es cierto que en la negociación de los expedientes casi siempre se ha llegado a acuerdo, pero ahora hay un poco de malestar por la aplicación de este último ya que vemos que los trabajadores de producción estamos en ERTE, pero a los jefes no les está afectados igual. Por eso precisamente UGT convocó una concentración que fue secundada de forma mayoritaria. 

Hasta el 30 de junio tenemos el ERTE y la perspectiva es qué va a pasar después. Estamos en espera de lo que nos pueda venir. 

Plásticos ABC arrastra problemas de producción desde hace ya años, incluso antes de la pandemia. 

Es una situación similar a la de Fico. Si no se hacen coches, no hacemos componentes. 

El Gobierno ha dado recientemente ayudas millonarias con cargo al fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas (gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) al grupo maderero Losán, a Rugui Steel y a Grupo Airtificial, los tres con plantas en Soria ¿Corren riesgo las plantillas sorianas?

Los dos primeros no creo que corran riesgo, aunque es verdad que sabemos que en Losán tiene que haber una inversión importante. Allí nosotros tenemos mucha preocupación por las medidas de prevención, que dejan mucho que desear. Rugui es una empresa que está funcionando bien, están ampliando y sabemos que están contratando gente. Y Airtificial es, como su nombre, una empresa 'artificial'. Sabemos que tiene dos trabajadores [en El Burgo de Osma] porque hemos estado negociando un ERTE de fuerza de causa mayor para esos dos trabajadores con alguien que estaba en Andalucía, pero no sabemos ni lo que hace, ni lo que tiene en sus instalaciones... Les han dado subvenciones pero no sabemos para qué, porque venía de otra empresa [en referencia a Carbures] que iba a hacer muchas cosas y al final no hizo nada...

En el tema de subvenciones a empresas, ¿no tiene la sensación de que  se anuncian grandes proyectos, llegan, reciben importantes ayudas y, al poco tiempo, desaparecen?

Totalmente, y el ejemplo más grave que podemos poner ahora mismo es la antigua Aleia Rosas [ahora Ondara], que se llevó subvenciones por todos los lados. Llegó a tener casi 400 trabajadores en época de bonanza y ahora tenemos 68. Airtificial, la antigua Carbures, recibió subvenciones. Tableros Losán recibió subvenciones... Yo lo tengo claro, las administraciones tienen que poner un 'cortafuegos' para que esto no ocurra. Es necesario poner límites porque eso realmente está pasando.

Esas ayudas se suelen ir a grandes grupos, a firmas internacionales... ¿la pequeña y mediana empresa queda en cierto modo abandonada?

Es cierto que las ayudas van enfocadas casi siempre a las empresas que tienen 'nombre'. Aquí tenemos muchas pequeñas empresas, que son el pulmón de Soria, y tenemos que poner énfasis para que se mantengan y no desaparezcan. 

¿Hay alguna industria soriana que se salva de esta situación crítica y vive momentos de crecimiento? 

Hasta hace cuatro días el sector de la construcción iba muy bien y estábamos ya casi como antes de la crisis, pero ahora los precios de los materiales se han disparado y, evidentemente, eso va a suponer un frenazo. 

¿Y la agroalimentación no vive un momento de expansión en Soria?

La industria agroalimentaria se está recuperando, pero hay que recordar de dónde viene. Hay empresas agroalimentarias que nutren a comercio y hostelería y, con las restricciones que hubo en estos sectores, se vieron duramente afectadas. Nosotros hemos negociado ERTEs en varias empresas de agroalimentación porque las ventas cayeron. Y ahora el tema de la inflación también afecta mucho.

En FICA asumen también el sector agro. En ganadería proliferan las grandes explotaciones, ¿cómo afecta a la conflictividad laboral?

En agricultura, en Soria tenemos las explotaciones de toda la vida, que son sobre todo autónomos, y luego empresas importantes como Nufri, que es una apuesta muy seria y muy necesaria en la zona de El Burgo de Osma, que está generando empleo. Luego tenemos varias fábricas de patatas fritas, que se han visto mermadas sobre todo con la subida del aceite. 

Y en ganadería, estamos pendientes de la regulación de las macrogranjas por el Gobierno. Esperamos que no afecte a las granjas que ya hay y que generan puestos de trabajo, pero en ese sector lo que queremos es mejorar el convenio, porque algunas categorías están en el salario mínimo interprofesional. 

¿Le preocupa la granja de Noviercas?

Tengo mi propia opinión. Primero, lo que genere puestos de trabajo es bueno. Segundo, no creo que vaya a generar ni mucho empleo ni de calidad. Tercero, que se pongan de acuerdo las administraciones a ver si se puede o no hacer porque, si se va a poner y va a perjudicar a otras explotaciones de la zona, hay que analizarlo. A mí me preocupa -y mucho- el tema de residuos, y no quiere que por poner una cosa se pierda otra. 

De la granja de Noviercas no tenemos muy buenas sensaciones porque con Saiona -ahora Ólvega Lácteos Naturales- hemos tenido muchos problemas. Es verdad que ahora está también el grupo TGT y la situación está mejor, pero de donde dependía Saiona no nos da confianza, porque ya tiene otras experiencias similares y no ha generado mucho empleo ni de calidad [en referencia a la granja de Caparroso].

En la negociación para hacer gobierno en Castilla y León, Vox reclamó la reducción del gasto y las subvenciones a los sindicatos, ¿le preocupa?

Evidentemente preocupa cuando oyes a una persona decir que quiere suprimir los sindicatos, máxime cuando venimos de la época de Franco y alguien dijo que, «si no existieran los sindicatos, habría que inventarlos». Espero que nuestros responsables a nivel regional tengan un diálogo fluido, como el que hemos tenido hasta ahora que, sinceramente, no ha sido malo. De hecho, el Diálogo Social en Castilla y León ha sido ejemplo y ha funcionado bien. Esperemos que con la entrada de Vox no se pierda, aunque preocuparme, me preocupa. 

El empleo se ha posicionado como herramienta clave para luchar contra la despoblación. Sin embargo, los empresarios se quejan de que falta de mano de obra, ¿qué está fallando?

Es totalmente antagónico. ¿Qué falla? A lo mejor los salarios.En Soria desafortunadamente no tenemos unos convenios extraordinarios, y la gente va a trabajar donde le pagan bien. Yo siempre digo que no puede ser que haya un trabajador en paro y que no haya mano de obra, porque eso significa que algo falla y algo tenemos que hacer entre todos. Si se ofrece un trabajo digno y con buenas condiciones salariales, a lo mejor hay más posibilidades para contratar. 

El PEMA, Valcorba... ¿espera la llegada de nuevas empresas?

Yo sí que tenía esperanza. UGTha estado en el Plan Soria y sabíamos que había empresas interesadas en venir, pero ahora mismo no sé yo... 

El ATI era uno de los proyectos más ambiciosos pero se ha ido la escuela de pilotos y la de vuelo acrobático, ¿qué futuro le aventura?

Volvemos a lo de antes, estamos dando subvenciones y ¿para qué? Yo lo veo como una oportunidad y es verdad que la Diputación se está esforzando por crear empleo allí pero, de momento, lo que tenemos allí es suelo. Estamos a la espera. 

¿Cuándo cree que van a parar las malas noticias? Hay quien estima que hasta principios de 2025 no se aventura el final del túnel…

Parecía que todo iba bien y llegó la crisis de semiconductores, la huelga del transporte y, ahora, la maldita guerra. Lamentablemente, no veo la luz al final del túnel.