Relatos de detectives en la pandemia

EFE
-

Petros Márkaris vuelve a sacar al comisario Jaritos en 'Cuarentena', un libro en el que el coronavirus es el protagonista al afectar directamente a los personajes implicados en la trama

El escritor heleno ya tiene en imprenta otra publicación inspirada en la Covid. - Foto: MARTA PÉREZ (EFE)

La violencia, soledad y solidaridad que ha generado la pandemia son los temas de Cuarentena, el nuevo libro de relatos de Petros Márkaris, en el que se vale de su personaje más famoso, el comisario Jaritos, para expresar, entre otras cosas, su «rabia hacia los médicos que han aterrorizado a la sociedad», aunque también carga contra los negacionistas.

El griego lamenta el exceso de «dráculas» que durante los últimos dos años han utilizado los medios de comunicación para infundir miedo a la población, y la falta de «Chaplins» que aborden la situación con inteligencia y sentido del humor. «La COVID-19 ha demostrado que Drácula es más convincente que Charles Chaplin», concluye el literato, de 85 años, que sigue tan prolífico como siempre, mientras que ya tiene en imprenta otra publicación, también inspirada en la pandemia. 

Los galenos que han «ametrallado a la sociedad con sus malos augurios, cuando todavía no tenían información fiable, y lo que necesitaba la gente era esperanza para superar la situación», son el principal objetivo de los dardos de Márkaris, pero también se llevan su parte los antivacunas, a los que tilda de «conspiranoicos e inconscientes», así como los maltratadores.

Según el literato heleno, «el confinamiento ha hecho aumentar la violencia en el ámbito familiar» y, en consecuencia, al comisario Jaritos, protagonista de su serie de detectives, se le ha multiplicado el trabajo, justo cuando más dificultades tenía para investigar.

El primero de los relatos muestra un policía confinado, porque es contacto con una persona infectada con coronavirus. Así, se ve obligado a familiarizarse con las nuevas tecnologías para resolver un caso. «Una de las razones que me han empujado a escribir sobre la pandemia es la curiosidad que sentía por saber cómo llevaría Jaritos el confinamiento y la convivencia con su esposa, a la que en circunstancias normales solo ve a la hora de cenar», recalca.

La mujer del comisario, Adrianí, es una ama de casa chapada a la antigua que, sin embargo, se maneja mejor con las nuevas tecnologías que su marido. En este punto, el griego confiesa que «Adrianí es idéntica a mi madre, y la relación que tiene con Jaritos es el tipo de relación que yo vi en mi casa de niño, en la que la mujer mandaba en casa y no se metía en los asuntos de trabajo de su esposo». 

«Pandemias ha habido antes y probablemente volverá a haberlas, por eso es importante conservar el recuerdo de las experiencias», afirma el afamado escritor, destacando los conocimientos que puede dejar la situación sanitaria de los últimos años.

«Memoria corta»

No obstante, Márkaris desconfía de la capacidad de la sociedad de aprender de sus errores, y asegura que la gente «tiene una memoria corta y bastan dos generaciones para olvidar todo lo que hemos aprendido y volver a caer en los mismos errores». 

Aun así, se niega a tirar la toalla, y Cuarentena incluye siete cuentos que lanzan mensajes con recetas para construir una sociedad más justa. Como en La taberna de Karaguiosis, donde Márkaris muestra cómo turcos y griegos son muy parecidos y el sinsentido de sus enfrentamientos, o en Los tres caballeros, donde empatiza con los indigentes.

Cierra el libro un relato autobiográfico sobre las vivencias en su infancia en Estambul, donde vivió hasta que tuvo que trasladarse a Grecia, de donde es originaria su familia.

El escritor cierra la retahíla de historias rememorando su niñez: «Este último relato lo he incluido porque la soledad que viví en la etapa del confinamiento me hizo recordar la soledad de mi infancia, pero la inspiración siempre fue la pandemia».