Yanina Kokunina, el deporte como vía a la integración

S. Recio
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Tras huir de la guerra, esta entrenadora ucraniana de tenis de mesa ha encontrado un hogar en la provincia

Yanina Kokunina, el deporte como vía ala integración - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

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Tenis de Mesa

Hace dos meses, Yanina Kokunina pasaba sus últimos días en Ucrania refugiada de los bombardeos en el metro. Era después cuando ponía rumbo a España donde ya había pasado ocho años en Valladolid gracias a su deporte, el tenis de mesa, en el que ha sido profesional y después entrenadora. «Me puse en contacto con mi exmarido y nos ayudó a llegar a España», recuerda ahora desde Soria.

En la provincia ha comenzado una nueva vida de forma forzosa, pero gracias al deporte, todo se hace menos difícil. «Desde el primer día la gente es muy agradable, me han acogido con los brazos abiertos», agradece. Por medio de una recomendación de un amigo de Burgos, conoció al Club Tenis de Mesa Soriano y desde entonces han unido sus caminos.

El presidente de la entidad, Javier Ortega, se muestra eufórico por su llegada. «Desde el primer día nos sorprendió por su alto nivel y por todo el conocimiento que tiene de este deporte», afirma el máximo mandatario de la entidad. Y no es para menos. En su currículum cuenta con campeonatos nacionales en su país, participaciones en citas internacionales y una década como entrenadora de las categorías inferiores de tenis de mesa en Ucrania. «Además competí ocho años en la máxima categoría española», recuerda con cariño Kokunina de su etapa en Valladolid.

Desde el primer día se puso manos a la obra en Soria y ahora expone todo su método de 20 años como entrenadora a un club joven, con mucho que aprender, pero dispuesto a aprovechar una oportunidad  única que las terribles circunstancias de Ucrania les han brindado.

Método. Yanina Kokunina tiene ahora 40 años, pero con tan solo seis sus padres le ponían una pala en las manos. «Ellos también eran entrenadores», narra la ucraniana. «En mi país a esa edad ya se entrena unas cinco horas al día, la exigencia es muy grande y eso hace que consigamos grandes deportistas», aclara.

Esa forma de afrontar el tenis de mesa no tiene nada que ver con lo que se encontró en Soria. El Club Tenis de Mesa es una entidad joven y con una visión más lúdica de este deporte. «Sus deportistas vienen a disfrutar de la disciplina, a divertirse, pero es cierto que con una metodología más sencilla», analiza la entrenadora. En la capital soriana los entrenamientos no llegan a las dos horas diarias, por ese motivo uno de sus primeros pasos ha sido cambiar el día a día.

En los entrenamientos iniciales comenzó dedicándose a observar, pero ahora ya ha establecido rutinas. «Aprendemos tanto la parte física como la técnica», cuenta Kokunina. «Voy enseñando nuevos estilos de saque que no conocían, nuevos movimientos a aplicar en el juego con el que pueden tener una gran mejoría», explica. Reconoce que «aunque cuesta», lo va consiguiendo. «Aquí hay niños muy buenos y con futuro que si consiguen tener dedicación al tenis de mesa podrían llegar a ser profesionales», asegura. 

Sin tener claro cuánto se quedará en Soria, «depende de la guerra», Yanina Kokunina ha encontrado en el tenis de mesa soriano una forma de seguir adelante, una pequeña familia que le ha hecho poder sonreír cada vez que coge una pala.