Aves de paso en busca de refugio frente al cambio climático

A.I.P.
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El calentamiento global y otros condicionantes modifican el comportamiento de las especies, tanto de aquellas que migrabandel centro de Europa para eludir el frío y otras quenunca tuvieron presencia y en la actualidad pueden avistarse en Soria

Aves de paso en busca de refugio frente al cambio climático - Foto: Eugenio Gutiérrez Martínez

La Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) cerró hace una semana con el reconocimiento de más de 200 países de que no se está haciendo lo suficiente para frenar el calentamiento del planeta. Entre los deberes para superar el examen, la obligatoriedad de los estados para recortar drásticamente, en un 45%, las emisiones en la próxima década. El cambio climático es un hecho difícilmente rebatible desde posicionamientos negacionistas. Y Soria, a pesar de ser un oasis natural comparado con las grandes urbes, no es ajena a los efectos de ese incremento generalizado de las temperaturas y modificaciones del clima. En este contexto, el comportamiento de las aves es un preciso medidor de lo que está pasando en el cielo y en la tierra.

Juan Luis Hernández, coordinador de la Sociedad Española de Ornitología SEO/Birdlife en Soria, repasa con algunos ejemplos cómo ha incidido el cambio climático en la presencia o ausencia de determinados pájaros en la provincia de Soria, «tanto de especies que no se ven como antes, como de aquellas que sí y que antes no había». Así las cosas, las variaciones térmicas estacionales influyen, por ejemplo, en estas fechas en la migración de las aves acuáticas procedentes del centro de Europa. «Antes, llegaban a España en otoño para pasar el invierno, huyendo de las zonas que se quedaban heladas e innacesibles para el alimento. En los últimos veinte años estas áreas europeas han reducido el tiempo de congelación. En los años cincuenta o sesenta del pasado siglo, el ánsar campestre era el ganso más frecuente que pasaba el invierno en Castilla y León y ahora no hay uno solo que llegue aquí en invierno», relata.

Igualmente, Hernández se refiere al ánsar común, «también muy abundante», que hace décadas llegaban «a miles» al parque de Doñana y se avistaban cuando volaban sobre la provincia de Soria, tanto en la migración postnupcial en octubre como en la prenupcial en los meses de enero y febrero. «Ver un ganso en Soria es rarísimo», reitera, ya que la mayoría de los ejemplares se quedan en Holanda, Bélgica y Francia, y no viajan a España. «Y los que aún vienen, según los expertos, lo dejarán de hacer», puntualiza.

El representante de SEO Birdlife  rememora que a finales de los años ochenta y principios de los noventa, en un paseo por el río Duero entre Los Rábanos y la capital soriana, antes de que existiera la depuradora de aguas, «podías sacar entre 200 y 300» azulones (ánade real) y ánades frisos, y en la actualidad en el mismo recorrido apenas se hallan «un pequeño grupo de patos» ya que se ha reducido la población invernante que aterrizaba en la provincia de Soria. «Este es un efecto bastante gráfico de cómo ha afectado el cambio climático», sostiene.

por san blas... El refrán popular  sobre la llegada de las cigüeñas para el 3 de febrero no tiene ya mucho sentido. En este caso, la modificación de los hábitos de estas aves está vinculada al aumento de las temperaturas, pero también que las fuentes de comida en los basureros. No obstante, los ejemplares jóvenes «todavía tienen el instinto de emigrar» y casi todos lo hacen, pero la población adulta no se marcha. «Es curioso, porque el año pasado el 1 de noviembre había vuelto una cigüeña a la capital, pero este año aún no, aunque no tardarán de llegar porque la mayoría vuelve a finales de noviembre y en diciembre», cuenta. 

Otra de las consecuencias de la elevación de las temperaturas es la modificación de la vegetación en la montaña que, por consiguiente, implica una transformación en el hábitat de la fauna. Juan Luis Hernández   describe que, hace años, en el ascenso a la Laguna Negra se contemplaban los pinares circundantes, pero al ascender a los Picos de Urbión, al poco de coronar «no había pinos», ya que el frío intenso limita el crecimiento arbóreo a partir de 1.800 metros. «Ahora vas y todo el entorno de la Laguna Negra está lleno de pinos de repoblación, por lo que determinadas especies se han visto desplazadas», advierte.

Es el caso de la perdiz pardilla, un ave en peligro de extinción porque cada vez dispone de menos matorrales alpinos, de biércol o de piorno, ya que este espacio lo han ganado las repoblaciones artificiales. 

Así las cosas, a finales de octubre el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta, en colaboración con la Brif de Lubia y la Comunidad de La Rioja, llevó a cabo una quema controlada en las cumbres de la Sierra Cebollera, concretamente en el Monte de Utilidad Pública número 354, 'Hoyuelo y Otros', en el término municipal de Sotillo del Rincón. El  objetivo de estos trabajos silvícolas, ejecutados sobre más de diez hectáreas, fueron la prevención de los incendios forestales y también la mejora del hábitat para la recuperación y el fomento de las poblaciones de perdiz pardilla. La zona en la se realizó está actuación estaba cubierta en su mayor parte con vegetación de biércol y algo de pino, por lo que el representante de SEO Birdlife en Soria no cree que surta efecto ni favorezca la supervivencia de la perdiz pardilla. «Según los expertos, no es un sistema eficaz, porque esta especie vive en los matorrales, por lo que no hay que quemarlos, en todo caso eliminar una parte de los pinos de repoblación», sostiene.

volverán las oscuras... golondrinas, arranca el conocido poema de Gustavo Adolfo Bécquer. Y anuncian la primavera en la Península Ibérica, aunque cada vez vienen antes. «Si hace treinta años, la golondrina común llegaba sobre el 19 de marzo, ahora se ven una semana o diez días antes», asegura Hernández. La golondrina ha sido clave en los estudios de aves para desentrañar aspectos de la migración, de la selección sexual y de la reproducción. A pesar de su abundancia, se trata de un ave en declive, por el cambio climático, así como de las políticas y técnicas agrarias.

«Se necesitarán aún muchos estudios, porque puede haber un desfase en la crianza. Por norma, casi todas las especies estivales llegan antes. Por ejemplo, los vencejos antes era muy raro verlos en Soria antes del 1 de mayo y ahora ya sobre el 20 de abril se ven», matiza.

Precisamente, esta semana SEO BirdLife ha difundido un nuevo estudio sobre las aves reproductoras en la Unión Europea que indica que des de 1980 se han perdido unos 600 millones de ejemplares, una parte importante de las especies más comunes. Así, el mayor descenso se observa en el gorrión común, con 247 millones de ejemplares menos; seguido de la lavandera boyera, con 97; el estornino, con 75; y la alondra, con 68 millones.

El informe, elaborado por científicos de la RSPB (Royal Society for Protection of Birds), BirdLife International y la Sociedad Checa de Ornitología, calculan que ese volumen de pájaros perdidos equivale a entre el 17% y el 19%, pero en el caso del gorrión se eleva al 50% del total de su población. Las razones del descenso urbano no está clara, pero se relaciona con la escasez de alimentos, la propagación de la malaria aviar o  la contaminación atmosférica.

Sin embargo, cuando se comparan las poblaciones por hábitat, las pérdidas totales más elevadas se observan entre las aves de las tierras de cultivo y los pastizales. Como grupo, las aves migratorias de larga distancia, como la curruca sauceda o la lavandera boyera, han disminuido proporcionalmente más que otros, al igual que las aves costeras, como la avefría. Por el contrario, siete especies de aves rapaces han crecido en las últimas décadas gracias a una mayor protección y a la disminución del uso de pesticidas, así como a la introducción de proyectos de recuperación específicos.

las excepciones. En cuanto a las aves que era imposible avistar hacer dos décadas en Soria y que, sin embargo, cada vez tienen más presencia en la provincia, Juan Luis Hernández pone el acento en la curruca cabecinegra, la especie «más mediterránea» que, en los últimos años, puede localizarse en áreas a 1.200 metros de altura por San Pedro Manrique. «Es increíble porque te la encuentras en sitios donde al lado hay especies eurosiberianas, típicas del centro de Europa», exhorta el ornitólogo. 

De hecho, Hernández señala que la comarca de Tierras Altas es «especial» porque en sus laderas alberga varias parejas de curruca cabecinegra, que es «muy sensible al frío». Recuerda que a comienzos del siglo XXI una colonia de esta ave se desplazó desde el río Henares, en Guadalajara, hasta Medinaceli, pero la rareza es encontrar en una zona tan fría como la sampedrana. «Hay cambio climático, pero los inviernos en Soria siguen siendo muy fríos. Otra cosa es que se acorten los periodos, pero el invierno es un factor limitante para la expansión de estas especies mediterráneas», abunda.

sacin. El programa Sacin de ciencia ciudadana de SEO/BirdLife comenzó este lunes 15 de noviembre en la península ibérica y en las Islas Baleares y que, en Canarias ya está en marcha desde principios de mes, permite el conocimiento del estado de conservación de las aves más habituales en invierno. Los voluntarios que colaboran con la ONG realizan censos anuales de las aves dos días cada invierno.