Una retirada a paso lento

Concha Barrigós (EFE)
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Tricicle se prepara para celebrar sus 40 años de historia el próximo noviembre mientras continúa con su gira de despedida, iniciada en 2016 y programada hasta marzo de 2020

Una retirada a paso lento

Lo de la «retirada» de los Tricicle, que el próximo 1 de noviembre cumplen 40 años de humor gestual y surrealista, es como uno de sus gag. Se van sin irse y, de hecho, llevan de gira «de despedida» desde 2016. Hits, el espectáculo con el que Joan Gracia, Carles Sans y Paco Mir aseguraron hace un trienio que se despedían para poder dedicarse a «sus cosas», está programado hasta el 1 de marzo. «Es una retirada lenta y, si surge una cosa divertida, la hacemos. Nosotros no decimos adiós porque estemos peleados o no queramos estar juntos sino porque llevamos 40 años en esto y queremos bajar el ritmo y hacer otra cosa», apunta Gracia.

«No habrá un adiós definitivo. Si los Rolling nos llaman para que seamos sus teloneros, volvemos», bromea el también director artístico del Grupo Pachá y del espectáculo Lío, nacido hace nueve años en Ibiza. Entre tanto, Mir, adaptador entre otras obras de La cena de los idiotas, sigue dirigiendo y escribiendo teatro; y Sans está preparando un espectáculo que contará la trayectoria de Tricicle «de forma divertida».

En Hits recogen los sketch que han creado en «toda una vida» juntos y que tendrán también espacio en el documental que preparan sobre el grupo, que actuó por primera vez el 1 de noviembre de 1979 en Breda (Gerona).

Ahora, Gracia está dedicado a mimar «la salud espectacular» del cabaret-restaurante Lío. «El dueño, Ricardo Urgell, amigo mío desde hace mucho tiempo, estuvo en conversaciones con el Circo del Sol para que se encargaran de la dirección artística pero no se entendieron y entonces me dijo a mí que si me atrevía...», recuerda.

De su acierto y «tirón» dan cuenta que este año han pasado ya por sus mesas Messi, Katy Perry o Nadal, aunque él recuerda especialmente a Anne Hathaway porque cuando estuvo en 2013, el año que ganó el Oscar, participó muy activamente en el espectáculo: «Parecía que hubiésemos ensayado».

«Cuando vi a Paul McCartney también me quedé maravillado... Pasan por aquí todos, de Arnold Swazzeneger a Johnny Deep pasando por Valentino, Ronaldo o Madonna, y acaban bailando como cualquiera y lo hacen tranquilos porque no hay paparazzis».