"Necesitamos más voluntarios fijos"

A.I.P.
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El Banco de Alimentos de Soria ha cumplido una década. Con motivo de este aniversario, la reina Sofía giró visita a las instalaciones que la entidad ha dejado en Valcorba para trasladarse al polígono Las Casas, un emplazamiento más accesible

"Necesitamos más voluntarios fijos" - Foto: Eugenio Gutiérrez

Después de la pandemia, ¿en qué punto se encuentra la actividad del  Banco de Alimentos de Soria?

Después de la pandemia y con la guerra en Ucrania, empezamos a notar un ascenso de beneficiarios. En los años de la pandemia se produjo la colaboración entre muchas entidades, se han repartido el trabajo y los esfuerzos. Ahora se está desbordando, ya llevamos un 10% más de beneficiarios y de aquí a fin de año pueden ser un 20-30% más. Y prevemos peores entregas de alimentos y de donativos, aunque las instituciones a día de hoy han mantenido las ayudas y tenemos pulmón para absorber cualquier punta de trabajo. Estamos preparados.

¿Cuántos beneficiarios tiene el Banco de Alimentos ahora?

Unos 2.100. Empezamos el año con unos 1.900. Hemos llegado a tener picos de 3.000, hace cinco o seis años, porque la crisis de 2008 fue larga y no se ha acabado.

¿Cuáles son las necesidades más acuciantes del Banco de Alimentos a nivel organizativo?

Necesitamos gente, voluntarios fijos, porque hay bastantes parcelas a las que no llegamos. Para voluntariado, internet, captación de donaciones... no tenemos a nadie. Cinco o seis personas nos multiplicamos hasta donde llegamos y hay mucho por hacer. Conseguir voluntariado fijo con implicación, ahora mismo, es complicado. Estamos intentando renovar, necesitamos relevo generacional porque la mayoría son jubilados. Hago un llamamiento porque necesitamos gente con ganas e implicación.

Tenemos, por ejemplo, mucha labor administrativa y ahora con el cambio de nave es mucho trabajo. Voluntarios fijos son, como decía, cinco o seis personas dedicadas a la gestión como podría ser la de una empresa, porque esto funciona igual que una empresa: proveedores, calidad, prevención, auditorías económicas, tesorería... Si tuviéramos más gente, estaría más repartido. Me gustaría que fuéramos más pedagógicos y explicar qué es el Banco de Alimentos, acercarnos a la sociedad, fomentar más las relaciones con las instituciones... pero si no tenemos tiempo...

¿Es difícil implicar a los jóvenes?

Es pedir peras al olmo. Si le dices a alguien que después de sus horas de trabajo se implique... Hay chavales jóvenes que tienen más tiempo y vienen, no les pedimos, han querido venir y fenomenal. Gente con familia, hijos, trabajo... es difícil. Cuando llega una gran recogida la gente se vuelca. Luego hay gente que te echa un cable. Por ejemplo, José Antonio Culebras nos lleva las redes sociales.

¿Qué productos escasean?

Principalmente y de cara al futuro, leche. Desde los programas europeos, a partir del año que viene, no se va a dar leche. También los productos maternos, que a veces pedimos, aunque a través de los servicios sociales entiendo que se da esa cobertura. A nosotros nos actualizan los lactantes por familia y proveemos de lo que hace falta.

¿Cómo afecta la inflación, que ha disparado los precios de  la alimentación, a las donaciones?

Igual que a todo. Los alimentos donados no sabemos lo que le cuestan a quien los da, pero sí sabemos que el donante está pasando mal momento, como todos, por lo que cuesta más dar. Cuando salimos a comprar tenemos que pagar un 20-30% más.También por eso necesitamos más voluntarios, porque si yo, por ejemplo, me dedico a la mudanza de la nave no puedo estar buscando financiación si necesitamos más recursos.

El Banco de Alimentos de Soria cambia de sede. ¿A qué se debe?

Valcorba es un polígono fantasma que no arranca, no llega el correo, si nieva casi es difícil que limpien los accesos y la variante es peligrosa. Si yo mismo procuro trabajar desde mi casa, pues a los voluntarios más mayores aún les cuesta más coger el coche para ir allí. Aquí [en el polígono Las Casas] viene mucha gente a vernos y tenemos al lado a Cáritas, Cruz Roja, E. Leclerc... Estamos más visible y nos permite contar con más sinergias con lo que nos rodea. El contacto es mucho más directo. Y está el autobús.

La crisis sanitaria supuso un cambio en la fórmula de las donaciones en momentos clave como la Gran Recogida, ¿cómo ha influido?

No ha ido mal. Hay cadenas de supermercados que se portan muy bien y si donas cinco, luego dan diez para comprar allí alimentos. El problema es que los voluntarios pidan dinero, me parece frío y violento. A la gente le encanta ir a recoger el arroz y dar las gracias. Con la recogida para Ucrania todo el mundo estaba emocionado. Hay supermercados que solo quieren ya recogidas virtuales, no quieren hacer manuales, porque es más sencillo a nivel logístico y organizativo. Si donan alimentos, en la nave tenemos que estar 35-40 personas durante 15 días organizando alimentos, por productos, por caducidad... Si un supermercado te dice: aquí puedes gastar 10.000 euros, pues vas viendo las previsiones mensuales sobre lo que se necesita. Para los bancos de alimentos es mejor.

¿Convivirán las dos fórmulas?

Este año se ha votado que será mixto. Está bien, porque a la gente mayor le gusta ir a recoger alimentos y, evidentemente, da visibilidad. Hay supermercados que solo quieren donaciones virtuales. El 95% de los bancos de alimentos votamos a favor de la recogida mixta.

Con la pandemia, ¿ha cambiado el perfil de los usuarios?

No, más o menos se mantiene.

Se habla de esa pobreza estructural, sobre todo a partir de la crisis de 2008, ¿es posible revertir esta situación?

No lo sé, no soy experto. Pero vengo del sector de la construcción, viví la crisis, y creo que no se ha recuperado, ha quedado una base que se ha solapado con la pandemia. No sé si es estructural, pero está esa base que no baja. Antes de 2012, que es cuando empezó el Banco de Alimentos, no sé qué había, pero desde que hemos empezado eso no ha cambiado. Ojalá en un par de años cerremos, pero va a ser difícil.

La sociedad soriana es solidaria, ¿hasta qué punto?

Hay que ser prudentes. Cuando empezamos hacíamos tres grandes recogidas al año y vimos que no había que saturar, porque la gente da a Cáritas, a la Asociación Contra el Cáncer... y los tiempos vienen malos para todos. Por eso hay que intentar buscar otros recursos y a los ciudadanos les pedimos una vez al año. Nuestras puertas están abiertas siempre. Hay donantes que cada año hacen un ingreso, dos... cada cual aporta lo que puede. Es importante no saturar y hay que tirar de las instituciones.

¿Cómo es la relación con las instituciones y las empresas?

Lo dije delante de la reina, a todos: en Soria estamos bien con todas las administraciones. En Castilla y León, Soria es una de las provincias más favorecidas a nivel de ayudas y lo digo sin problema. Estamos muy contentos. El alcalde, Carlos Martínez, lo dijo, que estamos haciendo una labor a la que las administraciones no llegan. Por eso estamos ahí. Pedí que se mantengan como hasta ahora y también un esfuerzo a mayores.

¿Favorece esa cercanía que ofrece una provincia pequeña?

Sí, sí. Es más fácil. En Castilla y León, además, la federación ha hecho un trabajo espectacular con la Junta. Y a nivel de empresas, también bien. Es verdad que tienen muchos problemas y hay que volver a recordar que aquí estamos. Los que estaban el otro día en la foto [visita de la reina Sofía] son los que nos ayudan continuamente. Lo que no podemos pedir a los empresarios pequeños es que nos regalen, porque no están para eso. El que da un euro como el que da 1.000 todo es bueno, cada uno aporta como quiere y en la medida de sus posibilidades. Soy poco pedigüeño, me cuesta, porque considero que la gente tiene voluntad propia.

¿Qué supone un evento como la visita de la reina Sofía al Banco de Alimentos de Soria?

Para nosotros, una barbaridad. A nivel institucional y empresarial fue espectacular, fue decirles: acordaros de que estamos ahí. Cuando entra un presidente nuevo, por norma, se visita a todo el mundo y ya los saludé a todos allí. Es visibilidad y suponen rendimientos en donaciones.

Acaba de tomar las riendas como presidente del Banco de Alimentos de Soria, ¿qué retos te marca?

Me gustaría explicar, claramente, que no damos alimentos directamente a las personas, hay gente que no lo sabe. Nosotros trabajamos con entidades finalistas: Cáritas, Cruz Roja, parroquias, asociaciones que ayudan a personas desfavorecidas, a la de Alzheimer, a hogares de pensionistas... siempre cumpliendo unas normas. Somos una ONG independiente y nos dedicamos a recaudar alimentos, dinero para comprar alimentos y para mantener nuestra estructura. La recaudación, en base a unos criterios sobre la población a la que van esos alimentos, la repartimos cada semana. Ahora mismo tenemos 34 entidades a las que servimos alimentos, con unas dietas equilibradas y unas cantidades por persona y familia. Estas entidades, continuamente, están actualizando sus censos y así nosotros sabemos qué se necesita.

Además, somos una entidad de utilidad pública. Si haces una donación, tenemos la capacidad de certificártela y lo puedes desgravar a Hacienda. Esto significa que cada euro, cada kilo de alimento está auditado oficialmente y esas cuentas están presentadas a la Junta de Castilla y León para que se vea que cumplimos con todo.

Pertenecemos a federaciones nacionales que se encargan de recaudar a mayores de grandes empresas, consorcios, de la Casa Real... más dinero para poder repartirlo a todos los bancos. Así nos podemos surtir unos de otros, lo que nos sobra o nos falta... Y en las grandes recogidas, el dinero se queda en los supermercados, nosotros lo retiramos en alimentos.

Pero la base principal es que los alimentos van a entidades finalistas, hay que gente que esto no lo sabe. Los Bancos de Alimentos se crearon, en su día, por las sobras de los supermercados, pero recurrir a esto hoy día no es muy controvertido. ¿Qué hacemos con productos que puedan caducar mañana? Nada. No es que seamos estrictos, en ese sentido, es que somos más que estrictos. Si en algo tienes que dignificar es mirar tú casa y, a partir de ahí, valoras lo que tienes que donar y cómo. Lo que necesitas en tu casa es igual en las demás.