Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Gobierno

13/07/2021

Como ya nadie ignora, Pedro Sánchez ha remodelado la parte del gobierno que compete al PSOE. La de Unidas Podemos ni la ha movido y no será porque no haya algún ministro muy tocado. Por ejemplo, el de la carne, que cada vez que abre la boca (menos mal que son pocas) subleva a algún sector y logra el milagro de poner de acuerdo a la izquierda moderada y a las derechas de toda laya y condición. Pasó con el «Azúcar mata» y ahora con «Menos carne, más vida». Garzón es un filón para los chistes, las coñas y las críticas. Muchas de estas últimas ha tenido que escuchar estos días el presidente del Ejecutivo tras los cambios. Lo curioso, e inquietante para el necesario sosiego, es que la oposición y sus acólitos le han arreado leña y más leña sin esperar ni un segundo. Ni cien días de cortesía ni un minuto. A degüello desde que se anunciaron las novedades. Ni repasar el historial y posibles méritos de los nuevos ni destacar algo positivo, algún acierto, de los destituidos. Todo negativo, todo negro. El PP se ha instalado (veremos hasta donde suben los decibelios) en el discurso de «Pedro Sánchez, dimisión» y «Elecciones, ya» y de ahí no lo sacan ni con fórceps. Solo falta que Casado resucite el «Váyase, señor González» que puso de moda Aznar. Y, claro, uno oye y lee tamañas declaraciones y se deprime. ¿No hay forma de acabar con la crispación?, ¿no es posible un poquito de serenidad, algo de confianza? Parece que no, que, hagan lo que hagan desde la Moncloa, la bronca tiene que continuar, el enfrentamiento a cara de perro no puede darse un mínimo respiro. Los populares y sus sicofantes y corifeos entienden que Sánchez ha hecho los cambios solo para seguir en el poder. Pecado mortal. Pero, ¿y ellos?, ¿por qué piden elecciones inmediatas?, ¿no será solo para llegar al poder cuanto antes?, ¿o es que esa exigencia es en beneficio de España y las decisiones de Sánchez únicamente para su propio beneficio. La paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
¡Ah, ya verán cuantos amigos le salen ahora a Óscar López entre los socialistas de Castilla y León que no hace tanto lo pusieron a parir!. La hipocresía no tiene color.