Pedro Calvo Hernando

APUNTES

Pedro Calvo Hernando

Escritor y periodista


¿Sueño, realidad, las dos cosas?

11/11/2020

En el espacio de muy pocos días se producen en el mundo dos hechos que podrían cambiar el rumbo de los acontecimientos universales: el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales norteamericanas y la constatación de que se acelera sustancialmente el descubrimiento de una eficaz vacuna, la Pfizer, contra la pandemia del coronavirus. Son dos sucesos coincidentes en el tiempo, que pueden o podrían alterar para mejor las angustias en esos dos importantísimos polos de referencia de la marcha del mundo. La coincidencia es asombrosa, cualquiera que al final sea el resultado. Me parece como bastante increíble esto que sucede, pero estamos ante una constatación evidente.

De momento, el suspense ahí lo tenemos y habrá que esperar unas semanas para comprobar si estábamos o no ante la posibilidad de dos cambios sustanciales y coincidentes en el tiempo con gran exactitud. El 20 de enero Biden toma posesión de la Casa Blanca, liquidando la breve era Trump, y por los mismos días se espera la puesta en marcha de la vacuna que puede poner fin a las grandes tragedias que nos han acompañado desde los comienzos de la primavera, con un sinfín de muertes y desdichas que han ensombrecido y atormentado el devenir de los acontecimientos en todos los rincones del mundo. Hasta es muy posible una coincidencia muy precisa entre los dos acontecimientos.

El cambio político en Estados Unidos puede ser el principio de una sucesión de hechos novedosos a nivel mundial que en pocos meses traiga consigo una auténtica revolución en el desarrollo de la marcha del acontecer dentro y fuera de los países occidentales, pues eso se hace posible por la evidente concatenación de los sucesos mundiales inimaginable no hace muchos años. Podemos colocarnos en el inicio de un cambio para mejor, para mucho mejor incluso, en el devenir y el desarrollo de la marcha política y económica de la Humanidad. Incluso se puede pensar que el cambio en la Casa Blanca podría provocar una aceleración inusitada de todo tipo de transformaciones, como reacción contra la realidad y el recuerdo de los cuatro años de mandato del presidente saliente.

Si a eso se le suma el empuje de la reacción política y económica de la esperable y rápida recuperación por el final de las tragedias humanas, nos podremos encontrar ante una gran corriente de ansias de cambio y recuperación que convierta esa etapa en un verdadero e histórico salto que, por el efecto reacción, produzca un impulso acelerado de toda clase de iniciativas y de empujes dinámicos. No quiero pasarme en el cálculo de posibilidades pero tampoco quedarme corto. Lo bueno es que las cosas, si suceden, lo harán en breves semanas o meses, lo que añadiría fuerza al impulso provocado.

Pido a los lectores que mediten sobre lo que les digo y entre todos empujemos en la dirección correcta, para hacer realidad lo que podría parecer un sueño. Lo bueno es que no será mucho el tiempo que tengamos que esperar para ver o no resultados. Estamos ahora a tiempo de preparar el inmediato porvenir y hacerlo en el sentido que aquí he tratado hoy de pergeñar, sin deslizarme por las fantasías sino atendiendo a visiones realistas. Tenemos por delante dos, tres, cuatro meses, que puede ser un tiempo decisivo. Meditemos con calma y con optimismo y pronto veremos si había o no motivos para unos pensamientos no tan utópicos como podría parecer. ¿Sueño o algo más cercano a la realidad?