Iván Juarez

CARTA DEL DIRECTOR

Iván Juarez


Como decíamos ayer

11/07/2020

Consuela comprobar  cómo la pandemia, que nos sigue trayendo de cabeza, no ha cambiado en exceso, tampoco para bien como creían algunos, la hoja de ruta de la actualidad política que manejábamos hace apenas unos meses, ni nos hemos encontrado un mundo bocarriba tras una temporada a la sombra. Un reto que dejamos encaminados fue el demográfico. Al igual que la incertidumbre se cierne sobre proyectos avanzados pero que una previsible crisis puede ralentizar, hay cierta expectación acerca de cómo puede afectar la crisis sanitarias a zonas deshabitadas después de que la formación de Gobierno trajera un renovado impulso a la lucha contra la despoblación. Todo parece indicar que, al menos en principio, este asunto vital, más para unos que para otros territorios, continúa vigente en los planes de las instituciones. Incluso el medio rural, tras los últimos acontecimientos, se ha convertido en un destino preferente, idílico para afrontar pandemias venideras, cuando las grandes urbes se convierten en una encerrona. Está por ver si esa buena predisposición hacia lo rural se ve acompañada de una verdadera voluntad por hacer la maleta y plantarse en el pueblo.
De momento, aunque para algunos pueda parecer una moda, esa lucha repobladora se ve refrendada con el ánimo de las distintas administraciones.Un ejemplo claro lo vivimos en Soria la pasada semana con la cumbre entre representantes de diferentes comunidades (Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León), con un objetivo común: el de poner en evidencia la necesidad de que las zonas más despobladas gocen, entre otras ventajas, de una fiscalidad diferenciada.Con independencia de los resultados, que habrán de valorarse según que se adopten medidas en ese sentido, es un paso importante ver que la política, aunque de distinto signo y tras tanta trifulca, sirve para abordar los problemas de los ciudadanos. 
No han faltado, ni faltan, durante este tiempo documentales, libros que ahondan en ese pseudogénero literario que es la despoblación y que aflora historias por contar. Como las que se encontrará el Autobús de la Repoblación, en un camino que echaba a andar en el Museo Reina Sofía, en la ciudad más poblada del país, allí donde, bien vendidas, al calor del ‘boom’ de la España vacía o vaciada, las demandas encuentran una mayor resonancia.Sobre el papel pocas novedades porque los problemas y retos vienen a ser los mismos: la falta de infraestructuras, la pésima conectividad que aleja sobre todo a emprendedores y a jóvenes, merma progresiva de servicios... Y como aspiración, la unidad política, la búsqueda de un necesario punto de encuentro o Pacto de Estado que ponía sobre la mesa la secretaria general para el Reto Demográfico, Elena Cebrián, para afrontar un desafío que pide consenso. La presentación de la Feria Presura dejó unión de voluntades políticas, porque es importante el poder de atracción del bus, pero también  se reduce a discursos reiterativos que ofrecen poca novedad a lo expuesto en múltiples ocasiones sobre el tema. Que las palabras no eclipsen la apuesta firme por los territorios, por el valor  de los Ayuntamientos como gestores de su presente y futuro pero con el acicate del apoyo económico, de las inversiones y de la prosa que ha de seguir a tanta poesía y discurso vacío que queda en papel mojado.