José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Proliferan los imbéciles

24/12/2022

Ángel Manuel López Obrador, alias AMLO es, como saben, el presidente de Méjico y, de un tiempo a esta parte, es la luz que me inspira para plantear la propuesta que les traslado. Antes un pequeño apunte. Doy por hecho que están al cabo de la calle de las afirmaciones del aludido al respecto de la negativa de la Corona de España a pedir perdón por los abusos de los conquistadores en los dominios aztecas, allá en el siglo XVI. El personaje en cuestión tiene tanta sangre aborigen, no hay más que verlo, como yo de los antiguos celtíberos y quizá por esa razón es por la que, contagiado por su mayúscula estupidez voy a proponer que se cree una asociación, que me ofrezco a presidir, para exigir a Roma, para empezar, que se disculpen por la invasión hispana y sobre todo por la de Numancia de arrasaron de manera infame allá por el año 133 antes de nuestra era. Ya puestos, ordenaremos metódicamente  el listado de los países musulmanes, que aunque no existieran entonces, mandaron sus guerreros para quedarse con la península ibérica en detrimento de los Visigodos a los que también habrá que pedir explicaciones. Los buscaremos en Centroeuropa, perfil germánico a poder ser, para que, humillados y de rodillas, como todos los citados anteriormente, se arrepientan por sus violentas algaradas para robar y matar a los que poblaban nuestra soberana tierra. Y que tiemble Emmanuel Macron, por la bárbara invasión francesa de Napoleón. Son los que más robaron en apenas cuatro años y no dejaron nada de provecho. Bueno, excepto la abolición de la Inquisición que el más nefasto de los borbones, que ya es decir, Fernando VII, no tardó en restaurar. ¡Qué espectáculo el que nos ha inspirado el inimitable AMLO!
Tengo, no obstante algunas dudas. Para qué nos vamos a engañar. Quién firmará la demanda, porque ha pasado por aquí tanta gente que a nadie podemos cualificar como damnificado universal. Es más, a falta de pruebas de ADN generalizadas en toda la población, podríamos asegurar que somos hijos de mil padres y el que presuma de pureza racial se equivoca.
Ahora en serio. Es una pena que un país amigo tenga un presidente tan estúpido que, seguramente, está practicando la vieja táctica de buscar un enemigo externo para desviar la atención de los problemas, enormes por cierto, que hay en su país. Me recuerda al sanguinario Videla en Argentina que decidió encender el ardor patrio con la conquista de las Malvinas a los ingleses como cortina de humo de sus barbaridades. 
Reconozco la épica numantina, pero no lamento que fuera conquistada. Roma dejó mucho más que una lengua que se ha extendido por medio mundo. La estupidez no venía en el lote.