Sabido es que, con tal de ganar adeptos y llegar al poder, los aspirantes a ejercerlo manosean los conceptos más de moda, más populistas dicho de otro modo y entre ellos el manipulado en estos tiempos es el de la ‘libertad’. Nos la ofrecen en diferentes formatos desde los más conservadores, incluso ultras, hasta los que se mueven en la extrema izquierda. Quizá el último de los casos de manipulación absurda del célebre concepto haya sido el que dio  ventaja en las urnas a la candidata popular Isabel Ayuso. Elevó entusiasta la bandera de la libertad para ir a los bares, pese a la pandemia y contra los criterios sanitarios, y ahí la tienen. Podríamos concluir que para los electores de Madrid ése es un hito importante y sólo doña Isabel ha dado en la tecla para ponerlo en valor.
A poco que observemos a los diferentes colectivos humanos, a las variopintas tribus de nuestro país y a los dispares paisanajes, observaremos que existen numerosas variantes sobre la parte de la libertad que hay que lograr para aproximarse a la felicidad. El otro ejemplo más palmario aunque mucho más complicado es la independencia de Cataluña o el País Vasco. Observen que cito a las comunidades más ricas del país pero, ¿a qué tipo de libertad aspiran los territorios como Soria? Hasta donde yo sé, esa no es una palabra que figure en los manifiestos de los partidos locales o en las reivindicaciones de Soria Ya. Está claro que andamos en una fase distinta donde hay otras urgencias, que ya saben ustedes, y suelen confluir, casi todas ellas, en el problema demográfico. Las carencias que sufrimos tienen mucho que ver con la libertad.
Soria tiene nula capacidad para decidir su futuro y sin duda esta situación demuestra una palmaria falta de libertad. La insignificancia en votos de la provincia y la minúscula representación soriana en los foros de decisión nos lleva a la evidente conclusión de que nuestro destino depende de intereses ajenos y ello es una cortapisa inapelable para nuestra libertad. Los márgenes de decisión local apenas superan el ámbito municipal y eso no da para mucho, sobre todo ante los grandes problemas que nos acucian. Dependemos en fin de la misericordia de los más poderosos, que eso sí, de vez en cuando vienen por aquí a algún foro de debate y le echan alguna moneda al bote de este mendigo mesetario. Para muchos la libertad se basa en disponer de recursos para elegir un modo de vida que consideren digno. Si se logran en Soria se quedan y si no se van. Hay quien se preguntará porqué entonces seguimos votando a los mismos. La respuesta la dio quien pronunció la frase aquella que aseguraba que ‘ser libre es elegir tus propios grilletes’.