Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


A ventana cerrada

30/04/2021

Si no fuera por lo trágico de la pandemia, juraría que la Junta de Castilla y León se desvive por regalarnos momentos delirantes para hacernos la vida, que la propia Administración restringe, más llevadera. Esta semana la Consejera de Familia, Isabel Blanco, visitó Soria para presentarnos al nuevo inquilino de la residencia de ancianos Los Royales, Copito. Es un robot con su voz metalizada, sus movimientos  mecánicos y su tamaño reducido a un metro escaso. Un robot muy humanizado con su cabeza, su cuellecito, cintura, brazos y cinco dedos en cada mano. Ayudará a los usuarios a llevar una vida independiente. Muy graciosa la presentación del simpático robot a los medios de comunicación si no fuera porque a los periodistas nos metieron en una sala, de apenas cuarenta metros cuadrados, a ventana cerrada y eso que había grandes ventanales. Curioso cuando a los escolares los han tenido todo el invierno soriano aireando las aulas y el abrigo puesto en muchas ocasiones. Además de los reporteros, cámaras y fotógrafos, en la sala se dio cita el séquito de Isabel Blanco por lo que nos juntamos unas treinta personas. Eso sí, nos tomaron la temperatura y las sillas cumplían su distancia social. Para cerrar este despropósito mediático, la rueda de prensa terminó con los asistentes arremolinados en torno a Copito para escuchar con qué gracejo metalizado saludaba a la señora Blanco y demostrar sus conocimientos sobre gastronomía y fiestas sorianas; véanse torreznos, mantequilla y San Juan. Blanco no tuvo un solo recuerdo para los más de 60 ancianos fallecidos por Covid en el lugar en el que nos encontrábamos, ni mostró sus condolencias a sus familiares ni reconoció su pésima gestión contra la pandemia en Los Royales.
Mientras Igea y Casado se empeñan en cerrar los interiores de los bares y restaurantes de la capital, de Almazán y, hasta hace unos días, de El Burgo de Osma para evitar que aumenten los contagios; nos presentan un robot en una sala de cuarenta metros cuadrados en la residencia de ancianos de la polémica, la que más incidencia tuvo al inicio de la pandemia. Dato objetivo negado por la Consejera en la misma presentación de Copito a preguntas de una servidora. Aunque los residentes y trabajadores están vacunados; imagino que la mayoría de los que estuvimos en la sala, convocados por la Consejería de Familia, seguimos esperando nuestro turno, porque éramos casi todos  menores de sesenta años. Espero que no nos hayamos contagiado en tan glorioso acto. La falta de coherencia y de respeto de la Junta a la ciudadanía es de tal magnitud que no le importa hundir la hostelería al mismo tiempo que arriesga la salud de los periodistas y de su propia Consejera de Familia. Copito es inmune sin necesidad de vacuna.