Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Errejón

01/10/2019

No parece que Más País, el nuevo partido de Errejón, vaya a sentar sus reales por estos pagos. No hay ni rumores de que pueda presentar candidatura en alguna de las nueve provincias. Si lo hiciera, sería una contradicción, un oxímoron. Aquí, hace tiempo que no somos Más País. Ni siquiera Igual País. Somos unos CAVEMEPA (Cada Vez Menos País), aunque ahora nos llamen la España Vacía, o la Vaciada, o la QAPORA (la Que Anda Por Ahí), cerca de Madrid. El caso es que don Íñigo no ha reparado en nosotros. Cierto que todo ha ido muy deprisa y, lógicamente, ha fijado sus preferencias en zonas más necesitadas de políticas progresistas. Verbigracia: Madrid, Barcelona, Bilbao, Murcia. A Castilla y León le toca esperar. Ya tuvo su protagonismo cuando Pablo Iglesias inició su primera campaña electoral en unas generales en Villaralbo (Zamora). Entonces, Podemos iba a ser el baluarte contra la despoblación, el paladín del mundo rural. Han pasado pocos años y ya ven en qué ha quedado todo. Así que casi mejor que Errejón no nos tenga en cuenta. Evitaremos los cabreos que suelen acompañar a las decepciones. Para ser Menos País nos bastamos y sobramos nosotros solitos porque, menudos somos, conservamos toneladas de dignidad. Claro que ahora ya no tenemos que preocuparnos de uno de nuestros grandes, graves y seculares males: el abandono del medio rural. El problema está resuelto. El presidente Mañueco ha fichado a su amigo «Nacho», Ignacio Cosidó, a razón de casi 4.000 euros al mes. Como la cosa sonaba a lo que sonaba, don Alfonso ha tenido que explicar que Nacho, ex director de la Policía y ex portavoz del PP en el Senado, es un «profesional» y que va a hacer «papeles sobre el ambiente rural». Ignoro a cuanto nos saldrá cada renglón, pero barato no va a ser. El señor Mañueco debería irnos enseñando cada poco esos documentos. Y también los que elaboren dos ex senadoras venidas a menos: Esther Muñoz y Ana Torme, otros de sus fichajes técnicos de relumbrón. ¿Entienden ahora por qué Errejón no viene por aquí? Ya no queda sitio para nadie más.