Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Lo viejo y lo inútil

04/06/2021

Leí hace unos días un reportaje de Encarna Muñoz sobre Suly, el responsable del punto limpio de Soria. Además de encantarme la parte humana, su historia, sus recuerdos, sus principios, su vida; me sorprendió su reflexión sobre la facilidad con la que los sorianos nos deshacemos de nuestros bienes. Decía que se tiran objetos prácticamente nuevos a los que se les puede seguir dando uso como televisiones, cochecitos de bebé o juguetes. Añadía que le dolía  porque hay familias que sufren auténticas penurias. Lo que para los usuarios del punto limpio es un residuo, para las personas sin recursos se trata de un auténtico lujo que les daría un respiro en su día a día. Y como la vida se encarga de unir pensamientos para que nuestras reflexiones no se pierdan en el olvido,  justo al terminar de leer este reportaje de Suly cayó en mis manos, a través de las de mi hijo, un texto de Benito Jerónimo Feijoo. Mientras Suly me invitaba a reflexionar en pleno siglo XXI sobre la escasa conciencia de lo útil, Feijoo, desde el siglo XVIII, también me llamaba a voces con su ‘Teatro Crítico Universal’ en el que decía que «siempre la moda fue la moda. Todo lo viejo fastidia. El tiempo todo lo destruye. A lo que no quita la vida, quita la gracia… No agrada la moda nueva por mejor, sino por nueva. Aún dije demasiado. No agrada porque es nueva, sino porque se juzga que lo es, y por lo común se juzga mal». Y aquí estamos. 300 años después, sin movernos ni un ápice del pensamiento de Feijoo. Y nos creemos tan modernos, tan snob, tan de vuelta de todo. Cambiamos de tele, de microondas, de coche, de casa, de lo que sea, porque decimos que están viejos; aunque sigan funcionando. Casi siempre lo hacemos por pura apariencia ante los demás o ante nosotros mismos. El caso es sentirnos felices porque tenemos un coche nuevo, un frigo nuevo o el último teléfono móvil; aunque los anteriores nos fueran igualmente útiles antes de deshacernos de ellos.
Y luego nos quejamos de que vivimos una crisis terrible, que el Covid nos ha hundido sin habernos recuperado de la del 2008. Y repetimos como papagayos toda esa ristra de argumentos que escuchamos aquí y allá como cuando reclamamos ayudas para todo buscando el paternalismo del  Estado con sus brazos fuertes y acogedores. Nos deberían obligar a pasar unos días con Suly en el punto limpio para valorar lo que tenemos y lo que somos. Para desterrar esa idea de Feijoo de que lo viejo nos fastidia. Deberíamos aprender qué es lo viejo y qué es lo inútil. Vivimos la época del consumismo, de las modas y de buscar en lo material una falsa felicidad que se nos escapa como se escapan para siempre los residuos que tiramos al punto limpio sin darles otra oportunidad solo porque nos parecen viejos, feos o pasados de moda.