Este grito podría resumir lo ocurrido el pasado fin de semana, tanto en lo musical como en lo deportivo. El Numancia venía herido con una llaga que al contrario de cerrar, parecía que se abría cada vez más pero, llegó el Alcorcón que nos trajo una venda para tapar esa herida. Todos pensábamos que había empezado a cicatrizar pero para eso con una venda no basta. Puntuar en Oviedo habría sido el Betadine definitivo para curar ese corte pero, parecía que Miki en el Festival de Eurovisión del sábado nos adelantaba lo que nos iba a pasar el Domingo. Salió al escenario y nos gritó lo de ¡La venda ya cayó…! y al final la venda no cayó, se pegó un trompazo contra el suelo considerable, al igual que el equipo rojillo en la capital asturiana, salió con la venda puesta y la venda se cayó sola dejando otra vez la herida abierta y con principio de infección. Pero Miki salió con motivación, con intensidad y con la confianza de poder ganar, y aunque todos conocemos el ‘tongazo’ que es ese Festival Europeo de la Canción, obtuvo el puesto veintidos, aunque todos estuvimos orgullosos de su actuación. Todo lo contrario que el equipo rojillo, que salió al Tartiere sin motivación, sin ganas de ganar, sujetándose la venda con dos dedos. 
Y, ¡señores!, un equipo que se juega la vida ha de salir a morder, dejándose la piel en cada balón y no como si la canción no fuese conmigo. Y pasó lo de siempre, un gol que hubiesen firmado Gabi, Miliki, Fofito y Milikito. Un gol de chiste, como muchos que nos han clavado esta temporada. ¡Qué diferencia con los chavales del ‘B’!, tenían que ganar y remontaron su partido por dos veces echándole bemoles e intensidad. Este ‘finde’ nos regalan tres puntos en el despacho, pero ‘¡Cuidao!’ que con la racha que llevamos igual en el despacho se nos cae la grapadora en el pie o los archivadores en la cabeza, ya cualquier cosa.  A ver si los Jugadores y cuerpo técnico se acercan este sábado a ver a los del ‘B’, igual aprenden como se pone una venda para que no se caiga y lo que es la intensidad.