Carlos Lafuente

Carlos Lafuente

Trabajador de la Función Pública


Siempre nos quedará la lotería

05/04/2020


Observo en las redes y medios tradicionales como, con desmedida desfachatez, los neoliberales reclaman más recursos sanitarios públicos, más medios para el personal que está luchando desde hospitales, residencias de ancianos y otros centros asistenciales. Y me puede el estupor al recordar frases de esos mismos círculos como la de Esperanza Aguirre: “No le quepa duda de que la privada es más eficaz que la pública”, refiriéndose a la sanidad claro. En ese momento, el COVID-19 sólo debía ser un virus catalogado en un laboratorio y patentado por los yanquis. Pero los neoliberales ya tenían establecida su estrategia de desfalcar la sanidad pública y dejarla en nada. Ya estaban creadas las sociedades anónimas para gestionar hospitales privados y llenarse los bolsillos, que no las batas, de pingües beneficios.
Ejemplos de esto son acciones como la de Mariano Rajoy que tras llegar a La Moncloa en 2012, anunció recortes por valor de 10.000 millones en Sanidad y Educación. O como la Comunidad de Madrid, su campo de pruebas en estos recortes, que del año 2012 al 2018 una de cada cinco camas instaladas dejaron de estar operativas. Y desde el 2010 al mismo 2018 se perdieron más de 3.000 puestos de personal sanitario. Y podría seguir autonomía por autonomía gobernada por ellos.
Esto también hay que gritarlo en los balcones todos los días, porque este es el mayor obstáculo que nos encontramos en esta pandemia, la falta de medios que alguien nos hurtó. Ahora, a nuestros sanitarios tienen nuestros aplausos, que son inyección de moral, pero que no sirve para poner un respirador que no hay a un paciente, que no sirve para fabricar camas en la UCI, camas que hicieron desaparecer.
Estoy de acuerdo en que es momento de unidad, que mejor discutir las  críticas pasada la pandemia (los que queden), pero es que uno se harta de la hipocresía y la memoria de pez que algunos tienen en este país. Lo verdaderamente dramático es que volverá a pasar lo mismo: un día volverán a gobernar y sacarán de nuevo la tijera, y nosotros tan contentos, apostando si ganará la liga el Madrid o el Barcelona. Y volveremos a usar el balcón para ver en fiestas los fuegos (que también son artificiales).
Y a todos, de todos los partidos, les pido por favor que dejen de mentirnos con cifras de afectado y fallecidos: decir la verdad ya sería un avance a agradecer.
Pero bueno, en España el día de la lotería es el día de la salud para todos los que no nos toca. Empezaremos a celebrar el resto de los días como el día de la lotería. Cuídense mucho, por favor.