Iván Juarez

CARTA DEL DIRECTOR

Iván Juarez


Detrás de una pancarta

11/12/2021

Vivimos tiempos convulsos, de creciente movilización social, de agitación, de ofendidos y de rechazo taxativo a todo lo que no se ajusta a los presupuestos de uno, ni a las modas y corrientes imperantes que se van asumiendo y desterrando sobre la marcha. Los tendentes a abrazar esos postulados, en principio bienintencionados, y presumen de dialogantes son los que niegan ese diálogo a los opuestos para no ver interrumpido su asalto sin cortapisas y libre de discusión a la agenda mediática.Desde La 8Soria, en el espacio 'Punto de Encuentro' que dirijo, hemos impulsado debates en torno a la situación medioambiental de Soria y solo hemos recibido negativas de los mismos que desde Soria pasean sus reivindicaciones en medios nacionales ávidos de poner pie y medio en la España despoblada. Días de postureo, de frágil compromiso, en el que no es complicado airear valores detrás de una pancarta al son de lo que suena en cada momento: hoy el cambio climático, mañana la despoblación, la afección sobre el paisaje de las renovables por las que apostaron en su día, las granjas porcinas... nada escapa a su espíritu  'chanquetista' insobornable. 
Tiempos en los que hacemos valer nuestro modo de vida, desterramos aquello que no se ajusta a nuestros cánones, a riesgo de convertir un territorio en un erial, y en el que la Justicia con mayúscula se hace minúscula si la balanza no se inclina a nuestro favor.  Curiosamente, aquellos que dicen mirar por una tierra son los más proclives a cercenar su desarrollo, porque alternativas las justas. Aquellos que dicen atenerse a la ley son los más propensos  a destilar prejuicios cuando no criminalizar a los impulsores de cualquier proyecto con el que no estén de acuerdo. Soria no está como está únicamente por su situación geográfica, por lo duro de su invierno, por lo corto de su verano o por unas infraestructuras que dificultan su comunicación con el exterior.También pesa sobre el presente y futuro de la provincia la postura de aquellos que, caballo de Troya, dinamitan desde dentro iniciativas que podrían contribuir a su progreso:  el PEMA, los aviones o la vaquería de Noviercas. 
¿Cuánto tiempo habrá perdido, tal vez ocasiones irreversibles, el Parque Empresarial del Medio Ambiente entre recursos varios? La luz verde judicial no podrá restañar el daño a una infraestructura que hubiera podido ser un espaldarazo económico a través de la dinamización industrial de la que adolece Soria en la actualidad.
La falta de alternativas es otra de las notas predominantes de los que en lugar del antídoto apuestan por el antitodo. Grupos de presión que se creen la voz predominante. Nada más lejos de la realidad. No estamos en una Soria homogénea y son muchos los que no ponen trabas o, al menos, conceden el beneficio  de la duda a aquellas empresas que eligen este territorio no olvidado por todos.Es obvio que un proyecto de la extensión de la vaquería de Valle de Odieta no se instala en una baldosa, ni en mitad de El Collado, ni en el alto de la Dehesa, pero tampoco los que apuestan por Soria lo hacen por su carácter despoblado, porque no se van a encontrar contestación social y porque las autoridades les van a poner la alfombra roja dada la situación de necesidad que vivimos. No vendría mal un poco de autoestima para aquellos que aspiran a dictar la agenda moral de la provincia y a desautorizar de paso  a los que no se rigen por sus conductas ejemplarizantes e intachables.
El futuro de la macrovaquería es incierto, pero hay algo seguro: no están detrás (todavía no han empezado a trabajar) del cierre vertiginoso de pequeñas explotaciones víctimas de las pérdidas económicas y de la falta de relevo generacional que coja las riendas de un sector esclavo. Aunque se venda lo contrario, no todas las opiniones son contrarias a la macrovaquería. ElDía de Soria les ofrece en exclusiva una encuesta realizada a 600 sorianos que desvela datos de interés.Frente al conservadurismo de los mayores, tendente a que nada se mueva alrededor, son los jóvenes, un 76%, los que ven con buenos ojos la llegada de la vaquería. Un 41% de los encuestados prefiere su instalación en territorio soriano a verla al otro lado de la frontera. El apoyo al proyecto es transversal y recibe el visto bueno tanto de los votantes de izquierdas y de los escorados a la derecha. Son solo los resultados de una consulta que desmiente lo que parece ser el pensamiento único, el que más ruido hace. Lo importante es atender a  la normativa, que prime la legislación y acatar lo que dicten los organismos encargados de dar el beneplácito o cerrar el paso al proyecto de Valle de Odieta en Noviercas.