Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Siete diferencias

09/10/2020

Si se han dado un paseo por el centro, seguro que se habrán fijado en las fotografías de diversas mujeres que lucen el mismo vestido en doce marquesinas de nuestra ciudad. Son mujeres que no responden a los cánones de belleza actuales que son tres: blanca, joven y delgada. Se trata de una campaña del Ayuntamiento de Soria para que las mujeres no se dejen influir ni estigmatizar, supongo. Estos carteles pertenecen a la artista Yolanda Domínguez. Ha tomado como referencia el vestido que luce la actriz Bárbara Lennie en la campaña de otoño de El Corte Inglés y se lo han puesto siete mujeres muy diferentes estéticamente. “Rompe el estereotipo. Supéralo”. Ése es el lema de la campaña municipal. "Siente el otoño. Vístelo", ése, el de los grandes almacenes. Me parece bien que cualquier institución o sector ayude a cualquier colectivo a sentirse bien, a ser como le dé la gana, a no tener complejos, a valorarse, a integrarse en la sociedad o en el mercado laboral. Pero la propia campaña peca de desigualdad y de seguir estereotipos. La campaña evidencia que la que tiene más boletos para sentirse inferior por su físico es la mujer, no el hombre. Hubiera estado bien que en vez de siete mujeres hubieran sido, por ejemplo, cuatro hembras y cuatro varones. Al excluir al género masculino parece que acepta que el canon de belleza solo se exige al género femenino. ¿Es que los hombres se sienten seguros con sus barrigas, sus calvas, sus arrugas, el color de su piel y sus rasgos más o menos varoniles o afeminados? ¿Los hombres no tienen complejos y/o dificultades para integrarse en la sociedad o encontrar un trabajo si no son blancos, delgados y jóvenes? A los hombres sí les importa su aspecto como lo demuestra que unos 10.000 españoles viajan cada año a Turquía a hacerse un injerto de pelo, eso por poner un ejemplo, pero hay más que podemos encontrar en gimnasios, consultas de nutricionistas y tiendas de ropa. Imagino que el físico les importa por la misma razón que a las mujeres: por su autoestima, por sentirse integrados, por tener más oportunidades laborales y sentimentales y encajar en una sociedad que prioriza a blancos/as, delgados/as y jóvenes. Sin embargo, a la hora de la verdad, en esta sociedad hetero patriarcal solo importa el aspecto de la mujer como lo confirma esta campaña con siete prototipos femeninas. Ni rastro de los machos. Esa criba machista la encontramos en muchos más escenarios como en la televisión con sus presentadores canosos y sus presentadoras jovencísimas. En el cine con actores maduros que consiguen cualquier papel mientras que las actrices de la misma edad se las ven y se las desean para seguir activas. Ya que se trata de romper estereotipos, rompamos de raíz dedicando las mismas campañas a ellos y a ellas.