Aurelio Martín

LA COLUMNA

Aurelio Martín

Periodista


Más madera

20/05/2019

Los independentistas catalanes -a quienes se les advierte en la última encuesta que los partidarios de la secesión bajan al 47,25 por ciento, mientras que quienes la rechazan se sitúan en el 48,6, según el Centro de Estudios de Opinión- no quieren una situación favorable al diálogo y la convivencia sino que, todo lo contrario, nadan muy bien en las aguas turbulentas de la confrontación. Es su estrategia y debe de quedar nítido. 
Es la posición del victimismo, una actitud que emplean otros radicales en el lado opuesto respecto a algunos medios de comunicación, cuando en realidad les vetan ellos, principalmente para dar una imagen hacia el exterior de padecimiento y de que se dude de la calidad democrática española. Desde luego la radicalización de la política, el nacimiento del populismo y el ultranacionalismo tiene unos responsables, los independentistas y sus posiciones unilaterales, teatrales e insolidarias, con quienes residen en esa comunidad como con el resto. Hoy en día, encerrarse entre cuatro paredes y hacerse fuerte en casa es una posición rancia. Con estos planteamientos, Cataluña, quien aproximaba al resto de los españoles a Europa, a la libertad y a la democracia, en plena dictadura, ha experimentado una regresión, incluso un rechazo.
Y aplicar mecanismos para la independencia, con esa diferencia -brecha- de criterios de los catalanes, no solo es ilegal sino que supone marginar a la mitad de la población, ya de por sí maltratada y ninguneada por los sectores oficiales, incluidos medios de comunicación. Aquí el mensaje solo puede ir en una sola dirección, la del poder establecido, incluso con tentáculos fuera, de quien manda a distancia.
Por si fuera poco, echa más madera la posición adoptada por los nacionalistas contra la designación como senador de Miquel Iceta, algo insólito en la Historia del parlamentarismo español, porque solo se trata de una ratificación de trámite, que incluso puede llegar a ser inconstitucional, según opinan algunas juristas. Se sabrá en días. 
Es curioso cómo se ha producido la situación, el veto a Iceta se justifica con el argumento de que apoya el artículo 155, el mismo que aplicó el Gobierno de Mariano Rajoy ante la convocatoria de referéndum ilegal, y luego recibe la abstención del PP y Ciudadanos, que son quienes reclaman su puesta en marcha inmediata y han basado en el posible diálogo del Ejecutivo de Pedro Sánchez sus más encendidos debates y la estrategia de esta primavera electoral. 
Entretanto, el egoísmo de una parte de Cataluña sigue echando leña al fuego, caiga quien caiga, es lo mismo, el fin justifica los medios, lo malo es que no se produzca una posición institucional desde la unidad que trate de buscar una solución al problema, aunque si no fuera por la mitad de quienes están en contra ya podían abrir fronteras, aunque sea en un momento en que la democracia trata de derribarlas y pensar en los seres humanos sin analizar la pureza de su sangre.