Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


Consejos a Casado

12/06/2020

Ha de ser terrible para la conciencia y para el propio equilibrio mental vivir obsesionado por la palabra que en cada momento conviene emplear en función de intereses espurios en lugar de verbalizar los sentimientos auténticos. El fingimiento constante frente a la honestidad. Y esta es la impresión que dan muchos de los políticos, más atentos a la rentabilidad electoral de sus palabras que pendientes de la eficacia social de sus decisiones.

El problema se agrava cuando la competencia aumenta. Y es notorio que en España nunca como ahora la disputa del voto ha tenido tantos contendientes con posibilidades de éxito. Qué tiempos aquellos en los que el Partido Popular tenía descontado en su favor todo el territorio de la derecha ultramontana, aunque con frecuencia causara cabreos de bilis a los sectores más radicales cualquier gesto de pastorear por el centro. Auténtico funambulismo el exigido ahora, pendientes siempre de las encuestas y menos de las convicciones.

Ante tan difícil tesitura ganan valor los consejos que el presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, da a su compañero Pablo Casado en una reciente entrevista distribuida por la agencia de noticias ICAL. Mañueco aconseja una “desescalada verbal”, “un espacio de moderación”, sin excluir la crítica al adversario cuando sea oportuna. Tal vez para no parecer desleal en su crítica, argumenta Mañueco a continuación que la culpa es de Sánchez, en quien ve dos personalidades, la comprensiva, la que “tiende puentes” con él y el resto de los presidentes autonómicos y el que hostiga e impide a Casado un estado de calma y colaboración.

Claro que, por si no lo entendiera bien Casado, Mañueco le ofrece como patrón de comportamiento la imagen del presidente de Galicia: “Y en estos tres elementos (moderación, eficacia y defensa de su tierra) Feijó es un ejemplo y un modelo a seguir”. Habrá quien piense que si ya se dispone del original para qué arriesgar en la fabricación de una copia. Pero esas cuestiones ya solo incumben a la militancia.