Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


El día de Villalar

24/04/2023

Admitamos que nuestra Fiesta regional ha conocido, a lo largo de los 40 años de autonomía que han transcurrido, todo tipo de coyunturas. Se empezó a celebrar en los primeros albores de la recuperación democrática, allá por 1976, todavía en un contexto de semi clandestinidad; se afianzó luego, ya asociada a la reivindicación autonómica, en loa años que mediaron hasta la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1983; y, constituida ya la Comunidad, con sus instituciones en marcha, se produjo la confirmación oficial del 23 de abril, Día de Villalar, como Fiesta oficial de Castilla y León.
No resultó sencillo aquel trance. Ejerciendo entonces de portavoz del Grupo parlamentario socialista, tuve la oportunidad de exponer y defender esa propuesta ante el Pleno de las Cortes de Castilla y León. Hubo otras propuesta alternativas de distinta naturaleza, pero la mayoría entendió que la conmemoración de Villalar, por su significado histórico y por su vinculación popular con el hecho autonómico, representaba mejor que ninguna otra opción nuestras aspiraciones. Así quedó establecido y así ha venido siendo celebrado año tras año, sin perjuicio de la permanencia de opiniones diversas, siempre respetables, que entienden de distinta manera su significado.
Es igualmente cierto que, durante años, se prolongó desde el Gobierno regional un intento de celebración itinerante, que respetaba la legalidad del día festivo, aunque obviaba un elemento esencial de la propia celebración, como lo es el lugar de referencia, Villalar de los Comuneros, donde faltaba la presencia institucional oficial, pero se mantenía la de miles y miles de ciudadanos que concebía el lugar como un símbolo.
Afortunadamente, esa disociación se superó hace ya unos años, y así ha venido ocurriendo en esta última etapa. Villalar siempre tuvo una dimensión reivindicativa y de afirmación de identidad, y unió a ello ese carácter integrador que terminó por primar.
En la nueva coyuntura política de la Región, han vuelto a aparecer elementos disgregadores de lo que ya era una instancia compartida. Otra vez se ha pretendido el menoscabo por inanición. Y otra vez ha sido en vano. La pretensión no hace más que estimular la concurrencia. Deberían pensarlo los recién llegados.