Carmen Tomás

LA COLUMNA

Carmen Tomás

Escritora y periodista en información económica


Subvenciones descontroladas

04/06/2019

La falta de transparencia y control en la concesión de subvenciones era un secreto a voces. Miles de millones se conceden cada año, tanto por el Estado como por las Comunidades Autónomas o Ayuntamientos y poco o nada se sabía sobre su destino final y su eficacia. Ahora, la AIREF ha publicado el primer estudio sobre este asunto y las conclusiones no pueden ser más claras y decepcionantes. De un total de 30.000 millones de euros, casi la mitad se han concedido sin que se haya demostrado su eficacia,  evaluación de resultados y eficacia a la hora de conocer su vinculación con políticas públicas. Vamos, que se han concedido sin control y sin preocuparse de que servían para algo o iban destinadas a algo productivo. 
Es cierto que, según la AIREF, no se puede meter en el mismo saco a todas las Comunidades Autónomas. Por ejemplo, destaca la mejor planificación que se ha hecho de las subvenciones en regiones como Murcia, Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha o Navarra. El organismo considera que, dada la escasa evaluación de resultados de las subvenciones, existe un extraordinario margen de mejora en la gestión del gasto público que llega hasta el 40% del PIB. De hecho, se muestra partidario de aplicar de forma efectiva el régimen sancionador y por supuesto un mayor detalle y control en la justificación del importe de la subvención y de su rendición de cuentas. 
Miles de millones se nos van por el sumidero, cuando España no es capaz de cumplir con los objetivos de déficit marcados por la Unión Europea. Miles de millones se reparten sin ningún tipo de control, mientras los distintos gobiernos suben los impuestos como una única forma de aumentar los ingresos y de manejar el gasto público con mayor rigor. Sería bueno que las autoridades fueran más cuidadosas con el dinero público y no dedicaran una parte importante de él a subvencionar mamandurrias, amiguetes o redes clientelares, mientras al resto nos fríen a impuestos.