Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Una pantomima

16/12/2019

Puro teatro. Esta semana Moncloa prepara un espectáculo con el que pretende hacer creer a los españoles que el presidente de gobierno hace esfuerzos para formar un gobierno que respete la Constitución y que cuenta con el respaldo de su partido. Una pantomima que no engaña a nadie más que a los que quieren ser engañados.

La escenografía preparada por Moncloa es alucinante: entrevistas personales o teléfonicas con los líderes de los partidos parlamentarios, presidentes autonómicos y presidente de la Federación de Municipios y Provincias. Y reuniones del presidente con Casado y Arrimadas, un detalle. Con segunda intención que conocen perfectamente los dirigentes de PP y Ciudadanos: toda esta parafernalia no tiene más intención que transmitir la idea de que son Casado y Arrimadas los que obligan a Sánchez a echarse en brazos de Podemos y pedir la abstención de ERC para acabar con una situación de bloqueo que desestabiliza a España. Si PP y Cs le apoyaran, no tendría que pactar con ERC ¿Cree Sánchez que los españoles no piensan, no saben qué ha ocurrido los últimos meses, son tan cortos de miras como los socialistas que le bailan el agua pensando que si no lo hacen se quedan sin sus cargos? El Pacto con Podemos está hecho, cerrado y rubricado desde la semana siguiente al 10 de noviembre, y no es Podemos –lo decía él- el mejor compañero de gobierno, entre otras razones por su escaso respeto a la Constitución y su tibieza ante el independentismo catalán. ¿O es que En Comú, con Colau al frente, no ha demostrado sobradamente su afinidad con las autoridades independentistas y su rechazo al Rey?

Otro posición habrían tenido PP y Ciudadanos si antes de telefonear a Iglesias el 10 de noviembre por la noche, Sánchez hubiera llamado a Pablo Casado para ver la posibilidad de un gobierno con apoyo externo del PP. O incluso con una coalición. Ya está bien de mentiras de Sánchez: gobierna con quien quiere gobernar y no le importa qué le exigen Podemos y ERC para gobernar.

Esta pantomima de reuniones y telefonazos tiene también otros destinatarios. Dos. Lambán y García Page, los únicos presidentes regionales socialistas que se han atrevido a poner el cascabel al gato y denunciar que su jefe de filas y presidente del gobierno se apresta a cerrar un pacto con quienes pretenden romper España y actúan al margen de las ley y de la Constitución. Si cree Sánchez que con el apoyo de los restantes líderes de su partido va a cambiar la forma de pensar de esos dos socialistas de larga trayectoria, va de ala. Son más leales a sus votantes, a sí mismos, y a sus ideas, que el presidente que ha destrozado las señas de identidad del Psoe y eliminado a todos los que cuestionaban su estrategia.

Ya puede reunirse con quien quiera. Solo será creíble si da un giro de 180 grados a la ignominia que tiene preparada.