Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Del verbo zumbar

12/05/2023

Ya estamos en campaña. Las elecciones del 28 de mayo serán mis primeras municipales en las que no tendré que hacer seguimiento como periodista en activo. Me estrené como profesional con las municipales del 95 en las que ganó Jajivi (Javier Jiménez Vivar) en un tiempo en el que parecía que Soria siempre sería gobernada por la derecha. Quién iba a imaginar entonces el paulatino y tremendo batacazo que sufriría el PP y el despegue del PSOE impulsado por un jovencísimo Carlos Martínez cuando en 2002 asumió la secretaría del PSOE de Soria. Desde mi primera experiencia laboral electoral han pasado 28 años y seis elecciones municipales más.
No me voy a poner en plan abuela cebolleta, pero tendría recuerdos y experiencias para escribir un libro. Ex políticos y ex políticas, tranquilidad, que no cunda el pánico, no tengo intención de hacerlo. Valgo más por lo que callo que por lo que cuento. En estos 28 años, en el ayuntamiento capitalino hemos visto de todo. Hemos asistido al nacimiento y desaparición de partidos como ASI, AVS, IDES y Sorian@s. ¿Quién se acuerda del nombre del concejal de AVS, la Agrupación Vecinal Soriana? Se llama Carlos de la Iglesia. Confieso que he tenido que consultar la hemeroteca. Será porque el hombre pasó por su escaño sin pena ni gloria. Del que no me he olvidado ha sido de Juan Antonio Villanueva, concejal de Alternativa Soriana Independiente (ASI). Era un espectáculo en el buen sentido de la palabra. Inolvidables sus intervenciones en aquellos plenos nocturnos y eternos que Jajivi propiciaba, porque no limitaba los tiempos de los portavoces. Nunca salíamos antes de la medianoche. Pero para mí, a mis veinte y pocos años, era una delicia estar hasta las tantas en el salón de plenos escuchando a Villanueva sacando de quicio a Jajivi. Nada que ver con la oposición actual. Exceptuando a Marisa Muñoz; el resto, o sea PP y Cs, no sólo han aburrido soberanamente al público (no sé si además de los periodistas alguien sigue los plenos municipales), sino que han demostrado que pueden dedicarse a cualquier otra cosa, pero no a la política. Frente a aquellas intervenciones de Villanueva chispeantes, ácidas, divertidas y sobre todo constructivas, porque estaban fundamentadas en el trabajo y el conocimiento de la gestión municipal; en esta legislatura nos hemos estampado contra dos grupos municipales patéticos. Ni trabajan, ni se documentan, ni tienen oratoria, ni saben sacar de quicio al alcalde. Siempre me ha parecido mucho más fácil hacer oposición que gobernar, así que si PP y Cs han realizado un papel tan nefasto, no quiero imaginar lo que sería de Soria si pudieran conseguir la alcaldía. El relevo que se presenta de cara a los próximos cuatro años no pinta mucho mejor con una  candidata que capta electores practicando zumba. Si Villanueva levantara la cabeza, también practicaría zumba, pero del verbo zumbar.