Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Sostenella y no enmendalla

05/08/2020

Podemos ha mantenido una actitud impropia de un partido de gobierno, obligado a defender la Constitución. El comunicado del partido y declaraciones de varios de sus dirigentes, demuestra que tenía razón Sánchez cuando, antes de convertirse en político al que no se puede creer ni cuando dice su nombre, declaró que nunca formaría coalición con Podemos porque sería como tener un gobierno dentro del Gobierno. Al menos en eso tenía razón, pero precisamente cuando los miembros del Podemos que están en el Gobierno muestran una posición tan distinta a la que supuestamente mantiene Sánchez –con Sánchez todo es supuestamente- sale el presidente de gobierno y reafirma el espíritu y la letra del pacto de coalición. En castellano eso se llama sostenella y no enmendalla, aunque sostenella resta credibilidad al presidente. Allá èl. De la misma manera que elogió que la Casa Real marcara distancias con el Rey Juan Carlos, y dijera que no se juzga a instituciones sino a personas, podía marcar distancias con quien defiende posiciones que van contra la Constitución.

España vive el momento más grave de los últimos cincuenta años, y por desgracia no cuenta con grandes cabezas políticas para intentar superarlo. El gobierno de Sánchez es el más mediocre de la democracia y además ha formado una coalición con un partido que quiere implantar una república plurinacional. Lo ha repetido Pablo Iglesias hasta la saciedad en los últimos tiempos, sin que el presidente de gobierno pronunciara una sola palabra en defensa de la legalidad.

En las últimas horas las especulaciones giran en torno a la situación judicial del Rey Juan Carlos, lo que obliga a recordar que no tiene ninguna causa abierta en España aunque hay destacados republicanos que hablan y escriben sobre él como si ya hubiera sido juzgado y declarado culpable. No es cierto: ni siquiera está imputado. Sin embargo sufre la condena del telediario, de las emisoras, de los periódicos de papel y digitales. Es la razón de que se haya ido fuera de España: esa condena que no es tal desde el punto de vista judicial, empaña la imagen de la Corona, y perjudica a su hijo el Rey. Se ha ido de acuerdo con D. Felipe y tras comunicarlo al gobierno, que también estuvo de acuerdo con la decisión.

En este país cainita, que maldice a los que ha ensalzado hasta un cuarto de hora antes, un sector que se ve ante la mejor oportunidad para maniobrar en favor de una república, ha puesto en marcha la máquina del desprestigio a quien fue un monarca heroico durante cuarenta años, aunque en los últimos acumuló sombras impropias de un jefe de Estado. Las palabras huida, fuga y exilio no son casuales: ha empezado la pelea para acabar con la Monarquía, lo advierte cualquiera con dos dedos de frente. Sánchez sin embargo da alas a quienes la han emprendido contra el Rey Juan Carlos para cobrarse la pieza del Rey Felipe.