José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Saldos Soria

24/07/2022

En mi remota adolescencia cultivé la técnica sofista de argumentar en favor de una tesis, aunque no creyera en ella para, a renglón seguido apoyar su contraria. Y colaban ambas. Es verdad lo que eres capaz de sustentar como tal con razones irrefutables.
Naturalmente esto no era más que un juego que, modestia aparte, se me daba bastante bien, aunque no me servía para hacer amigos precisamente. Ahora, en la recta final de mi ciclo vital, me percato de que yo mismo soy a veces víctima de los sofismas ajenos e incluso de los propios. Por ejemplo, me creí, inicialmente, los argumentos de los defensores de la macrogranja de Noviercas, porque en Soria no estaba la cosa como para ponernos chulitos, y rechazar cualquier opción de desarrollo. Pensé  incluso que, si no se llevaba a cabo este proyecto, la mantequilla de Soria desaparecería del mercado, porque las vaquerías de la provincia apuntan más al cierre que a su expansión.
Me bastaron unos meses para reunir nuevos elementos de análisis y caer en la cuenta de que Soria es el objetivo más vulnerable de quienes ven rechazados sus proyectos en otras partes de España. El estado de necesidad por el que pasa la provincia rebaja los niveles de exigencia y eso, cierto buitrerío empresarial, lo detecta a kilómetros. Hoy tengo claro que este proyecto de las 23.000 vacas lecheras es una barbaridad por el impacto enorme que tendría sobre nuestros recursos, sobre todo los acuíferos, sin crear apenas empleo.
Con un hilo argumental parecido me viene a la memoria la cantidad de veces que he presumido de los magníficos recursos turísticos que ofrece el embalse de la Muedra, oficialmente conocido como 'de la Cuerda del Pozo'. No sé si lo he comentado alguna vez, pero tiene más de 90 kilómetros de litoral y la mayor parte aprovechable para el disfrute de bañistas, navegantes, pescadores, senderistas o simples domingueros de mesa plegable y que buscan sus playas y sus frondosos bosques para aliviar la chicharra de estos días de julio y los que nos esperan en agosto. Yo también los aprovecho para ponerme a remojo y no puedo por menos que asombrarme de la laxitud normativa que hay en este espacio. Descubro que, aunque está taxativamente prohibido navegar con motor de combustión en los pantanos con agua para consumo humano, hasta el año 2027, en el nuestro está permitido. ¿Por qué? Si está constatado el efecto negativo de los vertidos de estas lanchas. Esto es Soria y nadie protesta porque se supone que sería una cortapisa para el turismo. Recuerden lo que costó prohibir la acampada libre.
Es un círculo vicioso, la fragilidad territorial empuja a la laxitud y viceversa. Estamos jodidos.