Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Acatar o dimitir

06/08/2020

Con respecto a la actitud del presidente del Gobierno Pedro Sánchez sobre la salida de España del Rey Emérito, Juan Carlos I, y por extensión sobre su actitud hacia la Monarquía como forma del Estado, existen, al menos, dos posiciones contrapuestas. Según la primera de ellas, el jefe del Ejecutivo es un declarado republicano que no solo no defiende a la Corona como es preciso ante los ataques que recibe desde la izquierda y los nacionalistas/independentistas, sino que sería una suerte de quintacolumnista que pretende acabar con el régimen del 78 desde dentro.

Frente a esta posición de nada o poco sirven las continuas declaraciones de apoyo a la institución reiteradas en numerosas ocasiones y con toda rotundidad en su última intervención pública, a la que debe añadirse la línea tradicional de actuación del PSOE con respecto a la Corona desde que el asunto quedó acordado en la Comisión Constitucional que redacto la Carta Magna. Desde entonces los socialistas han sido defensores de la institución de la Corona cada vez que ha sido preciso. De las buenas relaciones del Rey Emérito con los presidentes del Gobierno socialistas ya se ha hablado suficiente y siempre a favor. Y que Sánchez, en sus últimas declaraciones se ha esforzado por alabar las decisiones de Felipe VI, obviando cualquier participación en su decisión, tampoco. Y si la ha tenido, como es lógico pensar ha sido para levantar otro cortafuegos que proteja la institución, porque no es momento para incertidumbres ni instituciones débiles.

En línea con la primera forma de pensamiento, se afirma que Pedro Sánchez debiera reprender a sus ministros de Unidas Podemos por su agria actitud frente a la salida de España del Rey Emérito que han calificado como una huida de la justicia. Lejos de hacerlo, Sánchez elogió la fortaleza de su Gobierno y frente a los que tratan de enredar al re y Felipe VI en las actividades supuestamente ilícitas de su padre defendió la vigencia del pacto constitucional de 1978. Es decir que si alguien tiene algún problema con la Corona es Pablo Iglesias. Y si no le gusta la actuación que ha tenido Pedro Sánchez en esta crisis institucional en defensa de la Monarquía siempre tiene la oportunidad de forzar la dimisión de todos los ministros de su formación y abrir una crisis de Gobierno

A tenor de las reacciones que han mantenido tanto el PP como Unidas Podemos respecto al papel desempeñado por el presidente del Gobierno en esta crisis puede entenderse que haya llevado hasta el final la confidencialidad de las conversaciones que ha mantenido con Felipe VI. Del PP se desconoce cuál es la posición respecto a la situación actual del Rey Emérito para lo que ya no sirve alabar solo sus servicios prestados, mientras que a Unidas Podemos le queda todavía mucho recorrido político para ser capaz de aparcar maximalismos en situaiones de crisis y no arrimar el ascua a sus sardinas.