Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Diálogo en el alambre

13/07/2022

Intentar arreglar lo que no está estropeado es lo peor que uno puede hacer en la vida cotidiana. Pero más grave es aún si se trata de un asunto público y, además, si de lo que hablamos es de un instrumento de cohesión y concertación social como es el Diálogo Social, reconocido en el propio Estatuto de Autonomía de Castilla y León como seña de identidad de la Comunidad desde hace más de dos décadas.

Todo esto es lo que ha quedado ahora en el alambre al término de la reunión del Consejo de Diálogo Social de Castilla y León celebrado este lunes tras el anuncio de la Junta de un recorte de 20,3 millones de euros en subvenciones a patronal y sindicatos. Un encuentro en el que participaban los dos partidos del gobierno de coalición en la Junta (PP y Vox) y los representantes de CEOE Castilla y León y las centrales sindicales CCOO y UGT.

Un encuentro estilo Putin, y no sólo por la distancia física que había entre los propios asistentes en la sala de reuniones, sino porque se auguraba el ordeno y mando desde hacía semanas. Lo malo es que el infructuoso resultado está a punto de dar al traste con un modelo ejemplar que, con sus sombras y luces, ha permitido alcanzar acuerdos en más de un centenar de interés colectivo.

No se trata de dudar de la supuesta buena voluntad de todos los sentados alrededor de una mesa en la que, paradójicamente, el diálogo fue lo que más se echó en falta. Lo lamentable es que aquí todos tienen que purgar sus penas, porque los beneficiarios de las millonarias ayudas públicas no han sido lo suficientemente diligentes en comunicar sus procesos, objetivos y resultados, ni la Administración autonómica ha realizado el necesario control de unas subvenciones que, más allá de la paz social, eran una bicoca para sus depositarios, sin querer abrir el abanico a otras organizaciones ávidas de entrar en el reparto de la tarta. Ahora bien, dicho esto, tampoco son las formas exigibles que requiere una negociación de esta envergadura, donde los criterios de Vox se han impuesto, dejando al PP a los pies de los caballos ante los agentes sociales, aunque estos tampoco carguen contra un partido del que, pese a la dispar ideología, han comido de sus manos. En fin, así es esta Castilla y León de nuestros amores.