Víctor Arribas

VERDADES ARRIESGADAS

Víctor Arribas

Periodista


Pensamiento único

10/11/2019

Hoy que es día de elecciones y de fiesta de la democracia me acuerdo de todos los obstáculos que impiden la plenitud de esa realidad. Aunque creo en nuestro sistema, los hechos se empeñan en llevarme al lado de los descreídos y terminar por dudar del carácter incluyente de nuestra vida pública. Desde hace algunos años, un sector de la sociedad está defendiendo que nuestra democracia no es plena y que aún tiene esquirlas de la etapa dictatorial anterior. Siempre he combatido a quienes así se expresan, pero debo reconocer que cada vez más estoy de acuerdo en parte con ellos, aunque mis impresiones sean exactamente lo contrario de sus opiniones.

Creo que hay una verdad absoluta ante la cual, si expresas dudas, se te envía al furgón de los marginados. Por ejemplo, con la nueva religión que es el cambio climático y la presunta emergencia ambiental. El otro día Google tenía que pedir disculpas públicamente al difundirse la noticia de que ha financiado a grupos etiquetados como “negacionistas”. Todos ellos, claro está, ultraliberales y malvados que quieren la destrucción del planeta. La multinacional tecnológica salía al paso de la información, que ya había dado la vuelta al mundo como Greta causando indignación y amenazas, afirmando que financiar no significa compartir las mismas ideas. Hay que justificarse y pedir perdón cuando uno se sale de los límites del pensamiento único, cuando se tiene un criterio propio distinto al dictado por el progresismo mundial. El mismo que ha decidido que España es el segundo país con más desaparecidos del mundo después de Camboya, una falsedad que se extiende porque a nadie le importa la verdad, ya que arruinaría la épica moral sobre la memoria histórica que se está construyendo.

Ocurría algo parecido esta última semana de campaña electoral con las posiciones de los partidos políticos que tienen bula con lo del pensamiento y la verdad únicos e incontestables. Lo demuestra el hecho de que se haya impuesto el silencio sobre una noticia insólita sin precedentes en la historia democrática española: tenemos ya al primer candidato a la presidencia del gobierno que es expedientado en plena campaña electoral por hacer abuso de las instalaciones del Estado para su propio beneficio personal. Otro caso: el gobierno rastreará los movimientos de todos los propietarios de teléfonos móviles de España para conocer por donde nos movemos y a qué horas o días de la semana. ¿Se le ha ocurrido a alguien cuestionarlo?. No, y vale ya. Total, tanto da en un país en el que tampoco se hablará de la sentencia de los ERE irregulares de Andalucía, porque los jueces han tenido la delicadeza de dejar que primero se vote y luego se conozcan los culpables.