Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


Sospechoso silencio

21/06/2019

¿Sería León otra moneda de cambio con Ciudadanos, en el supuesto de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León resuelva el contencioso presentado por VOX y el PP en favor del primero? Es la pregunta elemental después de ver cómo los populares otorgan prioridad a mantener la Presidencia de la Junta a cambio de entregar alcaldías y diputaciones a Ciudadanos y trozos de poder a la ultraderecha. El alto Tribunal de la Comunidad podría haber decidido ya si finamente Vox entra con un concejal en el Ayuntamiento de León, lo que daría la mayoría absoluta al tripartito de la derecha, o si ratifica las decisiones de las Juntas Electorales de Zona y Central, en cuyo caso el alcalde de León sería el socialista José Antonio Díez, cabeza de la lista más votada. Del afán compartido por PP y VOX cabe deducir que el popular Silván tiene el convencimiento de contar también con los cuatro votos de Ciudadanos. Sin embargo, la candidata a la Alcaldía del equipo naranja, Genma Villarroel, mantiene un silencio que, visto lo visto estos días, a más de uno le resulta sospechoso. No cabe pensar que sea el tonto útil de esta comedia de enredo, así que tampoco es descartable que acabara dándole un sofoco a Silván.
Sorprendente está resultando también la campaña callejera que está realizando Vox con el ánimo de influir en los miembros del Tribunal de Justicia. Además de la recogida de firmas, ¿con cuantas firmas se deja intimidar un juez?, han recurrido al trampantojo de aquellas inefables consultas populares de la dictadura, asociadas inevitablemente al pucherazo. La palabreja les venía bien, la escenificación con un gran puchero en la calle tenía asegurada la repercusión mediática, y lo de menos es que el significado de la palabra sea otro muy distinto. Ni cabe la definición de ‘fraude electoral que consiste en alterar el resultado del escrutinio de votos’ ni el ‘computar votos no emitidos en una elección’. Lo que se dilucida es si la confesión del error al firmar un acta electoral errónea tiene nulo valor frente al hecho material de la firma. Vox y el PP entienden aquello de Santa Rita Rita, lo que se da no se quita.