José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Despilfarradores y pícaros (I)

23/04/2022

Estos días festivos, en los que un gentío de visitantes acude a Soria, he tenido ocasión de constatar el escaso mantenimiento que se hace de los recursos turísticos de la provincia. Y no me refiero a los monumentos o a los espacios naturales en sí mismos sino a las infraestructuras de señalizaciones o entornos creados para acoger a los que a estas tierras acuden. No es  extraño ver cómo las marcas de los senderos se han deteriorado, los carteles desaparecido y se despistan los caminantes que, al final, vuelven decepcionados a esa casa rural de la que partieron, o que, tras aceptar la sugerencia de hacer una comida campestre, también llamada picnic, por quienes no renuncian a sentirse políglotas usando el inglés, y a duras penas encuentran una mesa utilizable y sin hierbajos de medio metro que la invaden.
El asunto me lleva directamente a los proyectos subvencionados que menudean para actuaciones menores en el medio rural y que, por falta de mantenimiento terminan siendo trampas para los senderistas que, si no fuera por el Google Maps, no sabrían como regresar al lugar donde dejaron su coche para iniciar a pie una fascinante ruta natural. Digamos que ésta es una cuestión de 'medio pelo' si la comparamos con las que, por el mismo procedimiento, nos llevan a frustraciones que, como mínimo, nos sumen en periodos de melancolía. Debo reconocer que la precariedad y urgencia con la que se desarrolla actualmente la profesión periodística, impide hacer un seguimiento de proyectos, publicitados con fastuosa pirotecnia verbal, que luego mueren sin que nadie imprima su esquela, ni divulgue un resumen de su estúpido trayecto vital. ¿Recuerdan ustedes la iniciativa de ilustrar los frontones de los pueblos de Tierras Altas con murales relativos a la trashumancia y otras tradiciones? Ya imaginaba que no. Se supone que los viajeros entusiastas iban a visitarlos y a sellar en cada uno, no sé por quién, una cartilla que luego daba acceso a premios que el más benévolo calificaría como 'kit de zarrias'. Debí haber dicho 'paquete de zarrias'. Perdón. El caso es que no consta que se haya hecho balance del interés de sorianos o forasteros por semejante chorrada. Y los periodistas jamás nos hemos interesado en evaluar la iniciativa y buscar a los favorecidos por la misma y los políticos que la aprobaron para arrancar, al menos un mínimo sonrojo en sus ilustres mejillas.
En una semana les hablaré del proyecto 'Alondra Ricotí' que la mayoría de los ornitólogos no han visto más que en foto. La política de subvenciones a proyectos sin seguimiento alguno, es un grave error, en el que incurren todas las administraciones y los pícaros de turno.

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