Jesús Fonseca

EL BLOC DEL GACETILLERO

Jesús Fonseca

Periodista


Doña Sofía cumple años

07/11/2021

Sabe callar y transmite ilusión y sosiego. Toda una vida dedicada a sumar y a ser útil. Se llama Sofía de Grecia y es Reina de España. Esta semana, ha cumplido años y somos millones los españoles que quisiéramos felicitarla personalmente, por lo mucho que la queremos y que le debemos. Doña Sofía, ha traspasado la historia por la puerta grande. La hemos visto, muchas veces, en medio de un tornado, dando ejemplo de serenidad, por más huracanada que fuera la situación. Ella ha aportado –y sigue en el empeño–, unidad y refugio para todos. Serían incontables los servicios que ha prestado Doña Sofía a España con insobornable discreción y eficacia. ¡Son tantos, que nunca sabremos de ellos! Su aportación a la Cultura, su lucha contra el Alzheimer y la drogadicción, son sólo un ejemplo; o su aportación personal y compromiso con la ayuda al desarrollo. La Reina Doña Sofía, no ha fallado nunca. Ha ido donde se le ha llamado, dentro y fuera de España, a echar una mano; los que están cerca de ella, hablan de la firmeza de sus decisiones y de su capacidad para hacer cualquier proyecto humanitario más extraordinario e innovador. Yo mismo lo he podido comprobar personalmente en Asia, en África y en la América Hispana. A Doña Sofía lo único que le importa es la felicidad de los españoles. El resto es paisaje. Su sagacidad, ha hecho posible el acercamiento entre las personas más dispares y hasta encontradas, para unirlas en iniciativas en beneficio de la sociedad. No podríamos haber tenido una mejor Reina. Es su cumpleaños y este gacetillero quiere felicitarla abiertamente. La Reina Sofía ha demostrado tener siempre la mente fría, pero una capacidad poco común para caldear corazones y caminar por la vida haciendo por los españoles –a los que conoce y adora–, todo cuanto ha podido y más. Es verdad que Doña Sofía no siempre expresa sus sentimientos y emociones públicamente; pero es rápida para captar los de los demás y compartir generosamente afanes y esperanzas, con alegría y tenacidad. Visto lo visto, tenía dos posibilidades: adoptar una actitud constructiva o pasar de largo. Su decisión no ha podido estar más clara: trabajar y fortalecer lo bueno y meritorio en sus semejantes; reconocer las cualidades y méritos de la sociedad, que son muchos, con el único fin de alimentar la concordia y aupar España, sin reparar nunca en la amargura o el costo personal que eso haya podido tener. Esta semana ha cumplido años la Reina Sofía, de quien tantas pruebas de amor hemos recibido los españoles. Gracias, gracias, gracias, Señora. Sé que, al escribir estas líneas, recojo el pensar y el sentir de la inmensa mayoría de los españoles. De los más laboriosos, sencillos y normales, como su Reina, que sabe que no es posible vivir sin amor.