Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


La ciudad que espera

06/03/2020

Estaba dudando con el título de esta columna. Dudaba entre «la ciudad que espera» o «amanece que no es poco». A pesar de todas las esperas que padecemos desde hace décadas; en Soria amanece cada mañana que no es poco. En esta Soria que es ya por derecho propio, la ciudad que espera. Me cuesta creer que en otras provincias también tengan que apelar al Santo Job con la frecuencia que lo hacemos nosotros. Se ejecutan pocos proyectos, pero los pocos que se hacen se alargan y alargan como si estuvieran malditos. Y cuando se terminan, se demora su puesta en servicio. Y lo que es peor, según pasa el tiempo, vamos sumando elementos a nuestra lista de espera. La pasarela de Golmayo. Lleva instalada varios meses. Esperando está la prueba de carga. Me da igual la explicación o justificación. No me interesa ya. Bla, bla, bla. El Centro de Referencia Estatal. Abierto sin pacientes. Que suena a chufla. Esperando estamos a que los doce trabajadores que ha contratado el Gobierno diseñen la labor investigadora.  Si cada vez que se abre un centro en este país luego necesita dos años para concretar su actividad es para preguntarse, ¿pero primero no se piensa la utilidad y luego se construye? No fumo, pero me viene aquella canción, fumando espero… La canción decía al hombre que yo quiero. Aquí diríamos, al modelo de asistencia que yo quiero.
Esperando estamos también en el juzgado a que hagan un calabozo. No tendría más importancia si no fuera porque hace nada se ejecutaron unas obras con una inversión de dos millones de euros. Unas obras que hicieron más laberíntico el laberinto que ya era el Palacio de los Condes de Gómara. Unos trabajos que eliminaron los calabozos y que pretendían implantar la Oficina Judicial, una Oficina Judicial que espera también, por supuesto. Que un juzgado no tenga calabozo, esto si es ya para incluirlo en el guión de una película del tipo ‘Amanece que no es poco’. Dos millones de euros recién invertiditos, uno detrás de otro,  sin calabozo, sin Oficina Judicial y para colmo, ya hay humedades en la Sala forense. 
Solo me he referido a proyectos ya terminados que siguen esperando. No he querido  incluir los empezados y eternizados: prisión, autovías, ferrocarril, Banco de España, depuradora, etc.  A estos hay que ir sumando los nuevos que aparecen.  Ahora nos anuncia el Gobierno que va a empezar a paliar la despoblación en Soria con el centro de datos de la Seguridad Social. 50 millones de euros. 20 puestos de trabajo. Me pregunto cuánto tendremos que esperar para su puesta en servicio y qué repercusión tendrá. Que me evoca al Centro Tecnológico de los Alimentos. No digo más. A buen entendedor…Y mientras en Soria, la ciudad que espera, amanece que no es poco.