Era un documento entregado por las autoridades al propietario de un navío que le permitía atacar barcos y poblaciones y, por extensión, cualquier permiso real o inventado para realizar actos prohibidos a los demás. Tableros Losán debe tener una, a juzgar por los humos, los ruidos y la suciedad que esparcen sus chimeneas sobre el municipio de Golmayo y alrededores sin que nadie se lo impida. Losán lleva años recibiendo quejas desde que empezó a ampliar su fábrica de tableros -la antigua Traimsa en la carretera de Burgos- para convertirla en una «central de cogeneración de ciclo combinado y central de producción eléctrica a partir de biomasa», según la Licencia Ambiental que le concedió la Junta de Castilla y León en 2019. En esa misma licencia pone: «La actividad de la instalación conlleva la emisión de partículas y gases contaminantes a la atmósfera provenientes de los gases de combustión...» o «la actividad de Tableros Losán es generadora de residuos peligrosos en cantidad superior a 10 toneladas al año». 
También sitúa a Losán en el Tipo 4 de la clasificación que aparece en la Ley del Ruido de CYL, es decir, «área ruidosa de uso industrial que no requiere especial protección contra el ruido». ¡Ancha es Castilla! -debieron pensar; como son gallegos...?Ni Tipo 1, «de protección muy alta contra el ruido», que engloba espacios naturales como es el Pinarcillo de Valonsadero. Ni Tipo 2, «área levemente ruidosa de uso residencial», como es la Urbanización Camaretas con casi 3.000 vecinos. Ni Tipo 3 que protege las instalaciones deportivas como es la Ciudad del Fútbol Francisco Rubio. No. Tipo 4. Y digo yo: ¿Nadie miró un mapa antes de otorgar esa licencia?, ¿nadie vio que, a 300 metros, hay miles de personas viviendo, familias enteras haciendo deporte y cientos de niños jugando al fútbol?       
Continuará...