Reconozco sin disimulos que la siguiente opinión es subjetiva e incluso difícil de defender (lo intentaré, no obstante): Sergio Busquets es de las dos o tres mejores cosas que le han pasado al fútbol español en la última y larga década. Un tipo tranquilo, de discurso siempre prudente pero nunca insulso, que llegó para poner cabeza a un sitio donde el mundo entero ponía músculo. ¡Pero si 'echó' del equipo a Touré Yaya, una bestia parda, con 20 añitos y una cara de niño que no 'asustaba' a nadie! Porque ésa era la tendencia, colocar como pivote defensivo a alguien que acojonase, daba igual Touré o Jason Voorhess (el de 'Viernes 13')… Así que cuando Guardiola encargó esa labor a un muchacho flaco enjuto de toque fino al que no el hacía falta morder tibias o lanzar al rival ocho metros más allá en una 'carga legal' para robar el balón, el descubrimiento estaba hecho.
    Ahora mismo, con 30, anda nombrando herederos por ahí. Lo hizo en una entrevista para una conocida tienda de productos deportivos (acepten este humilde consejo de un entrevistador mediocre: queda mal hablar de herencias si el 'muerto' está muy vivo). Habla de Oriol Busquets y de Rodrigo (Atlético)… y esta misma semana el llamado a sustituirle de verdad, Frenkie de Jong, le arrebató un récord que él tenía en la Liga de Campeones: el holandés participó en 117 jugadas de su equipo en el Ajax-Juventus, las mismas en las que intervino 'Busi' en un Barça-Inter de 2010. De Jong, ya fichado por el Barça: 21 años.
    Nunca fuimos tipos sentimentales hasta que empezaron a irse los mejores, no, pero nunca fuimos tan estúpidos ni precipitados en las despedidas: le andamos firmando la jubilación al mejor mediocentro del planeta, titular indiscutible en un equipo que va a ganar la Liga, jugar la final de Copa y pasar (salvo debacle) a semis de Champions.