José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


El sainete burgense

04/07/2021

Esos extraños enjuagues post electorales que elevan al poder a quienes no ganaron en las urnas, pero pactaron incluso con sus antagonistas históricos, suelen tener consecuencias que más a que a la práctica política se parecen un sainete o una comedia de enredo al estilo de las tan celebradas de los hermanos Álvarez Quintero. En el caso de El Burgo de Osma se veía venir el desenlace desde que se planteó la extrañísima trama que coaligaba a los populares con los socialistas con el compromiso del reparto de la alcaldía a razón de dos anualidades cada uno. Cumplió Miguel Cobo y ha dimitido. Cierto que con reticencias y no sin dejar claro que los cuatro ediles socialistas que le apoyaron con su voto, han practicado el pasotismo durante su presidencia en la que, al parecer, sólo ha recibido el apoyo de Luis Cuesta de Gregorio, su compañero antes del PP y ahora no adscrito.
Es precisamente Cuesta el que, tras la formalización en pleno de la renuncia de Cobo, ha subrayado que no está por la labor de dar su voto al socialista Martín Navas quién, por otra parte, ha ratificado que se postulará para la alcaldía respetando el plan del famoso preacuerdo electoral. Imagino que a estas horas los avisados lectores ya deben saber que la sola abstención de Cuesta bastará para dinamitar las aspiraciones de Navas y del PSOE en general que no ha ostentado el cargo de alcalde en la villa episcopal en todos los años de nuestra recuperada y ya veterana democracia. 
Obviamente, de confirmarse la citada negativa de apoyo, quien tiene la sartén por el mango es Antonio Pardo que lideró la lista ganadora con las siglas de la PPSO. Pero, más allá de lo que finalmente ocurra es evidente que estos trapicheos sólo sirven para que los periodistas redacten llamativos titulares y los columnistas tengamos tema con chicha para opinar. 
Quizá algún día sepamos que ha pasado estas últimas semanas cuando se avecinaba la fecha para el pactado relevo. Puede que, en estos tiempos de indultos que estamos viviendo, el Partido Popular de Soria abra los brazos a los díscolos de la PPSO y de cara a los próximos comicios se recomponga esa parte de la derecha soriana. Pelillos a la mar. Al fin y al cabo sus integrantes más significativos disfrutaron de notables cuotas de poder en la cúpula popular, dos de ellos Secretarios Generales nada menos y fueron los que devolvieron la diputación al que fuera su partido y los que, en un momento dado podrían darle un disgusto a Benito Serrano y apearlo de la poltrona. Quizá, todo dependa de lo que al final pase en el Congreso provincial del PP, pero me da que, como dijo un tal Franco, ya lo tienen todo atado y bien atado. Veremos.