Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Fracaso

08/04/2021

Una de las características de la política del postureo en que nos desenvolvemos reside en el hecho que la transferencia del poder, contrariamente a lo que podría pensarse, no supone una transferencia de la responsabilidad. Son tantas las instituciones que nuestros prebostes solo tienen pecho para las medallas pero no para darse golpes de contrición con la mano.

La campaña de vacunación en la Unión Europea debería hacernos enrojecer de  vergüenza. EEUU y Reino Unido tienen al 30% de la población totalmente vacunada, la Unión Europea, al 9. Ponemos a diario menos de la mitad de vacunas que los americanos. Llevamos un retraso ostensible e inaceptable.

¿La respuesta? “Se soluciona en las próximas semanas y se crea una comisión para examinar lo ocurrido”, dicen. Sin más. Es decir, no hay responsabilidad alguna. Al contrario, este lío se convierte, por ejemplo, en teatrillo electoral en la campaña madrileña, no con el ánimo de mejorar la campaña de vacunación sino el número de escaños. Pero la burocracia ha vuelto a triunfar y los tediosos procedimientos de los funcionarios bruselenses han quedado en evidencia frente a la diligencia británico-americana. El Brexit ha tenido su primer gran éxito en suelo británico.

Un episodio no descartable en un proceso tan acelerado como este, el de Astra Zeneca, ha sido el remate: donde dije digo está el Diego de la Agencia de ayer y como si del ejército de Pancho Villa se tratara, cada cual haciendo la guerra por su cuenta. Castilla y León fue ayer el ejemplo palmario de la improvisación y el unilateralismo.

Y mientras, vuelta la burra al trigo con cerrar la hostelería y perimetrar regiones mientras los eurocratas cosechan un fracaso descomunal. “Vayan días y vengan ollas”. Europa, raptada no por Zeus sino por el burocratismo.