Carmen Hernández

Carmen Hernández

Periodista


San Juan 1908

02/07/2022

(Dedicado a la cuadrilla de Santo Tomé San Clemente y San Martín)

Mi abuelo Nicéforo tenía un taller de carpintería en la calle Aguirre y, luego, en las Puertas de Pro. Era un gran ebanista, profesor de la Escuela de Artes y Oficios y «un conocido industrial» según lo calificó La Voz de Soria en la reseña de su fallecimiento en 1930. También era republicano ? de los que cantaban La Marsellesa al final de los mítines? y bastante testarudo; estuvo, unos días, detenido, en el Gobierno Civil, por negarse a construir un arco de triunfo para el dictador Primo de Rivera que vino a Soria de visita.
 Por casualidad, he visto, en Internet,que mi abuelo, Nicéforo Hernández Brieva, fue jurado de San Martín en 1908. Entonces, aún había 16 cuadrillas, la más grande, la de San Pedro con 167 vecinos con casa abierta; San Martín, la menos poblada, tenía sólo 25 casas. ¡Cómo harían mi abuelo y mi abuela María para sacar adelante las fiestas! Ese año, el Ayuntamiento propuso dejar en 8 las cuadrillas pero los vecinos se negaron. Fue en 1914 cuando los sorianos aceptaron reagrupar sus barrios en 12 cuadrillas sin perder el nombre de ninguna.
También, ahora, habría que redistribuir el censo para que las 12 cuadrillas tuvieran un número de vecinos parecido. Pero sería aún mejor que todos los sorianos entráramos en fiestas sin tanta racanería: mucho decir que no hay Fiestas mejores que «las nuestras de San Juan» pero todo son excusas cuando los 'cuatros' llaman a la puerta. Por cierto, en San Juan de 1908, el hijo mayor de mi abuelo que se llamaba Jesús tenía sólo año y medio pero algo se le debió quedar grabado en la memoria porque, muchos años después, escribió: «Yo no sé por qué tiene que ser, siempre, el toro más chiquitín/ el de la cuadrilla de Santo Tomé, de San Clemente y de San Martín». Él fue jurado de esa cuadrilla en 1963. Mi tío Jesús Hernández de la Iglesia aún no conocía al que sería su gran amigo, el maestro Francisco García Muñoz porque don Paco el de la Banda (como le llamábamos en casa) no llegó al mundo hasta diciembre de ese mismo año. Pero esa ya es otra historia.