Jesús de Lózar

Jesús de Lózar


Setecientas sesenta y siete

20/07/2021

Madrid. 20 de diciembre de 1973. Comienza el Proceso 1001. Responsable del aparato de propaganda de la organización, veintiún años. Asesinan a Carrero Blanco en Claudio Coello. El presidente del Gobierno vive en Hermanos Bécquer y el aparato está justo al lado, en Serrano. Y muy cerca, la embajada americana. Tenemos que cambiarnos. Sábado 27 de abril de 1974, vísperas del 1 de mayo. A las 8 de la mañana entra la policía en su piso y detiene a mi hermano. Forma parte de la red de distribución, hecho que desconozco totalmente dada la estanqueidad de un grupo clandestino. Soy apartado inmediatamente del aparato. 
El 12 de febrero Arias Navarro anuncia la apertura del Régimen. En marzo ajustician a Salvador Puig Antich y Hein Chez, se produce el affaire Añoveros, subida generalizada de precios. Sin tareas orgánicas y con todo el tiempo del mundo, empiezo a colaborar con la revista de los jesuitas Mundo Social. Acudo todos los días a la Hemeroteca Nacional escudriñando diarios y semanarios recopilando las detenciones practicadas por el gobierno desde el 1 de enero hasta el 15 de mayo, con el propósito de denunciar el discurso oficial con datos en la mano. En junio se publica con pseudónimo el artículo ‘El espíritu del 12 de febrero se agota en declaraciones’ en el que se detallan por zonas, sectores, organizaciones y acusaciones las 767 detenciones practicadas. A instancias del Fiscal, el Juzgado de Orden Público ordena el secuestro de la revista. La BBC había dado la noticia y, además de referirse a las 767 detenciones efectuadas en España, cita la fuente. Secuestro, querella criminal, procesamiento del autor, fianza de 30.000 pesetas, libertad provisional y obligación apud acta. Por cierto, los policías de la Brigada Político-Social que confiscaron los ejemplares años más tarde fueron detenidos por tráfico de drogas. 

Como hace 47 años
La importancia de contar la realidad

Base del auto de procesamiento: «Es una cifra apartada de la realidad y que al publicarse difundía informaciones contrarias al orden público interior tratando de desacreditar la actuación de determinadas Instituciones Estatales». Lo que soliviantó al titular del Juzgado, Rafael Gómez-Chaparro, fue la cuantificación escrupulosa y fielmente documentada del número de detenciones efectuadas así como la inclusión de cuadros donde se explicitaban las organizaciones políticas ilegales y las zonas y sectores donde se produjeron más detenciones. Analicé detenidamente, día por día, desde el 1 de enero hasta el 15 de mayo, dos periódicos madrileños YA e Informaciones, contrasté las cifras con las aparecidas en Cambio 16, Mundo Social, Gaceta del Derecho Social y el Boletín HOAC-Noticias Obreras. Cuando la noticia señalaba que se habían «producido detenciones», «se practicaron algunas detenciones», etc., sin especificar el número exacto, fijé en dos su número, dado que la noticia siempre se refiere a un plural, y éste como mínimo es dos. Cuando se daba noticia de detenciones, pero aparecía otra poco después anunciando su libertad incondicional, no la incluí. Solo entraron en el recuento todas aquellas detenciones que habían aparecido en la prensa con absoluta claridad.
Describir la realidad, buscar la verdad en los hechos, es la clave del buen hacer de la prensa. Hoy como hace 47 años.