Silvia Garrote

JALÓN POR LA VEGA

Silvia Garrote

Periodista


La paradoja soriana

10/04/2021

Es obvio que hay muchas cosas que aún se desconocen de esta pandemia que nos asola. Es obvio también que hay muchas cosas que se saben y no llegan al gran público. También calan mensajes contradictorios, exageraciones, bulos o noticias interesadas. De todo hay. Con el batiburrillo informativo, tan pronto una vacuna llega con todos los controles sanitarios como que poco menos supone garantía de trombosis. En este caldo espeso de titulares que cada día nos desayunamos, las conspiraciones, los casos más estrambóticos y trágicos, los negacionismos apocalípticos se cultivan solos, como un gran huerto Fukuoka en el que solo destaca lo más fuerte. 
Así llega el panorama informativo para los que estamos bregados en distinguir la paja de lo que tiene más peso, y, sin embargo, también nos las cuelan a diario, incapaces de distinguir las buenas fuentes. Imaginen a los jóvenes, al albur de las ocurrencias twitteras o tiktokeras, o a los más mayores, en un constante ¡ay! por los programas televisivos que mantienen a la audiencia a base de pintar el panorama peor aún de lo que está, y estar, está de pena. Con el tema del coronavirus como estrella invitada de cualquier conversación, inevitable del todo es caer en la paradoja soriana, esto es, una incidencia de casos que supera con mucho a la de otras provincias de similares características sin que exista una causa aparente que lo explique. 
Algunos ven que la población especialmente envejecida de Soria podría ser uno de los factores que están detrás de las pésimas cifras con las que en este caso estamos destacando por mal. Pero lo cierto es que los usuarios de las residencias ya han sido vacunados, al igual que los mayores de 80 años y también se están dando casos en personas mucho más jóvenes, incluso de gravedad. 
Otros ven en la llegada de personas de otras provincias y comunidades la principal fuente de contagios. Incluso fue esta una de las primeras explicaciones posibles por parte de la Junta de Castilla y León para justificar la incidencia tan elevada. Y sin embargo, otro tanto ocurre en otras provincias cercanas a Madrid, con un porcentaje de casos mucho menor. Está demostrado, al menos en la provincia de Soria, que la apertura de la hostelería no se traduce en un mayor número de casos, puesto que cuando los establecimientos han permanecido cerrados, el número de contagios ha seguido creciendo. Bares y restaurantes están siendo los grandes paganos de esta crisis y, desde luego, no puede decirse que solo las terrazas sorianas son las que están llenas en estos días soleados. No hay más que mirar a cualquier otra capital del Reino. 
Un amigo mío me hablaba de que sí existe en Soria mucho más contacto familiar y tránsito de estudiantes que en otras zonas y veía en esta circunstancia un posible vínculo con las malas cifras de covid. ¿Va a ser que ahora que el carácter soriano no es frío y distante, sino todo lo contrario? ¿Y solo esto ocurre en Soria? Por último, y yo ya les digo que me inclino por esta posible causa, el rastreo de contactos con positivos por coronavirus está funcionando muy bien en la provincia, rozando el 90% de seguimiento, lo que supone una detección mayor de casos. 
Quizá haya un poco de todo ello, pero lo cierto es que la paradoja soriana habría que estudiarla.