José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


A pedrada limpia

14/09/2020

En el país que nos ha tocado en suerte y en los años en que lo estamos difrutando, hemos llegado a acostumbrarnos, sin que se nos mueva la ropa, a que nuestros representantes se digan cosas muy feas con la mayor naturalidad. A las declaraciones de uno le siguen las del aludido y, los periodistas, en especial algunos, se frotan las manos con titulares que impelen al lector, espectador, radioyente o lo que sea, a seguir la noticia con el mayor interés, aunque en muchos casos esa curiosidad se desinfla en cuanto caemos en la cuenta de que sólo se trataba de una pedrada  con la que se pretende un desahogo, más del instinto, eso sí, que de la razón.
Sospecho además que, sobre todo los más veteranos en la política, calculan las consecuencias de sus actitudes lenguaraces sin dar mayor importancia a las consecuencias de la respuesta que podrían recibir. Por ejemplo, el presidente de la Diputación, Benito Serrano, sin venir a cuento, o muy pillado por los pelos, tuvo a bien explicar a los periodistas este pasado lunes   su sospecha de que a los socialistas les interesaba dejar caer las empresas para poder luego dar subvenciones y ganarse a los que llamó ‘estómagos agradecidos’. Tela. Como quiera que se estaba hablando, precisamente de las subvenciones a empresas y autónomos para ayudarles a salir de hoyo en el que los está enterrando la pandemia, el argumento se le hubiera vuelto a Serrano contra su persona como el que escupe hacia arriba. Si los que reciben ayudas son estómagos agradecidos, cabría pensar que la política que desarolla la diputación que preside en relación con estos y otros colectivos, tiene como propósito precisamente lo que denuncia como práctica y casi posición ideológica en sus contrincantes socialistas.
Sé que no es así, pero también tengo claro que se dicen muchas cosas sin pensar y eso no es propio de quienes tiene una grave responsabilidad sobre sus espaldas como es el caso.
En este escenario resulta especialmente irónico o sarcástico, según se mire, que desde todas las filas políticas y sociales se haga, de vez en cuando un llamamiento a la despolitización de todo lo referido a la Covid 19. Es, desde luego, un brindis al sol, otra boutade, puesto que quienes tienen que decidir y ordenar que se ponga en marcha lo que resuelven son políticos y cada uno plantea las soluciones según su ideología o simplemente sus entendederas. Pero siempre serán decisiones políticas, si acaso asesoradas por los técnicos que para eso están.
Dicho esto, pido un minuto de reflexión antes de tirar la piedra. Los que quieran espectáculo que vayan a circo o pongan en la tele el Sálvame.