He leído con satisfacción la buena gestión realizada por nuestros políticos en Europa, que han conseguido que la Unión Europea autorice un tratamiento fiscal diferenciado para los territorios realmente despoblados como son Cuenca, Teruel y , por supuesto, nuestra Soria. Creo que algo han tenido que ver también la patronal con Santiago Aparicio a la cabeza, así que bien por ellos. El tema ahora es no quedarse en lo conseguido como fin, sino convertirlo en un medio para paliar el desgarrador descalabro de estas provincias. Y digo paliar con toda la intención,  ya que la solución no la veo en el horizonte.
Podemos mirarnos en el modelo noruego de beneficios fiscales para sus tierras en los extremos duros del país (de eso sabe hasta nuestro escudo) o en otros modelos igualmente válidos para aplicarlos. En desarrollo rural no existe el copyright y está bien visto copiar (fíjense en todos los congresos y jornadas sobre despoblación que en nuestro país son). El caso es copiar bien y sobre todo consensuar modelos que sirvan con este gobierno y con los que puedan venir. Pasemos del consenso en evaluar el problema, al de cómo abordarlo con los mimbres que nos dejan (que son muy pocos).
Quiero decir, o advertir, que no nos pase como otras tantas veces que no hemos pasado de discutir si eran galgos o podencos mientras la pieza se escapó. Pongámonos manos a la obra con soluciones originales, rápidas, creíbles y en las que participen todos los agentes sociales. Tomemos como ejemplo de lo que no se debe hacer proyectos pasados que se quedaron en eso por no haberse tramitado de acuerdo a la sociedad. Un esfuerzo deben hacer políticos, empresarios, sindicatos, la Caja Rural, etc. Un último esfuerzo para salir de la UVI. Creamos en ellos y en que lo harán.