Iván Juarez

CARTA DEL DIRECTOR

Iván Juarez


El bla, bla, bla de la 'despoblablación'

29/05/2021

Se hace cada vez más complicado asistir a ferias, atender a promesas, escuchar inversiones millonarias, de poco sirve tirar abajo la puerta del Congreso haciendo un despliegue de medidas más que obvias y luego comprobar cómo las mejoras del tren que conecta Soria con Madrid avanzan a cuentagotas, vías convertidas en camino natural o casi; tenemos que celebrar, con poco nos conformamos, la apertura de un microtramo al año de la A-11; en definitiva, esperar la puesta en marcha de proyectos sempiternamente varados que duermen el sueño de los justos con independencia de las siglas que se olvidan en cada momento de territorios como el soriano. Frente al despliegue de promesas incumplidas, los aldeanos antitodistas de turno a los que todo molesta, ya sea una macrovaquería (ideal para un desierto), las explotaciones porcinas, parques eólicos y placas solares o los, por lo visto, molestos vuelos acrobáticos del ilusionante pero con el tiempo, ya verán, defenestrado, aeródromo de Garray.Tiempo al tiempo. La cuestión es que entre los que tiene que hacer, porque tiene el mando y los dineros, y no hacen, y los que no dejan hacer porque todo molesta y la comodidad propia es más preciada que el progreso del colectivo, esto va para erial; ni tan siquiera un escenario favorable para los que cultivan las plantas de la risa en los huertos de Soria y buscan ahora en otros caladeros. Demasiados cantos al sol, demasiadas frustraciones para ser optimistas en relación a un padrón que agoniza a medida que los servicios languidecen. Hay más interés en los foráneos por la España Vaciada que en sus propios habitantes, espectadores que asisten desde el palcoVIP resignados a la agonía de sus pueblos.
Pero la despoblación está de moda, entre la ilusión sincera de unos, pero también entre el oportunismo político de otros y el afán por hacer caja de los que se las apañan para encontrar agua en el desierto; en principio, palabra de Sánchez, hay 10.000 millones sobre la mesa. La literatura, las ferias, las manifestaciones y revueltas, la suma de apoyos, los codazos por estar en primera línea son inversamente proporcionales a los logros. Tan solo las peleada deducción fiscal para las empresas de los territorios despoblados.Una demanda de las patronales, entre ellas FOES, con el visto bueno de la Comisión Europea. El resto, discursos estériles a excepción de los estudios de la catedrática Mercedes Molina que canta cuatro verdades a diestro y siniestro a nivel continental.Pese a ello, nadie quiere perderse el tren de la despoblación. Incluso medios nacionales que no han salido de la Castellana, y matan las horas entre Génova yFerraz, han puesto la mirada en lo exótico que se esconde tras las ruinas. Con sus lentes capitalinas, plantan corresponsales que entretienen con historias ‘singulares’ del paisano de turno que recuerda las épocas de esplendor de su pueblo. Lo que llevamos haciendo los medios locales sin despertar la emoción que genera la aparición de la Soria despoblada en una televisión/periódico de corte nacional, porque al final todos queremos vernos allá donde no estamos. Con la injusticia propia del paleto con pretensiones, tendemos a subestimar lo cercano. A mitad de camino entre la nostalgia y lo atractivo de una literatura decadente, a costa del desierto demográfico sigue corriendo ríos de tinta. Como muestra, este mi botón.
Si la ilusión, y la ensoñación, está presente en esos jóvenes que desde la capital de España se han lanzado a visibilizar el verse obligados a marchar de su tierra (ni que se fueran al cuerno de África), el oportunismo político que antes mencionaba queda presente en la lucha por agarrarse a los escaños.De un tiempo a esta parte, Soria ¡YA! (para algunos aliados de un PSOE soriano que no pensará lo mismo cuando las críticas van hacia el gobierno de Sánchez) se ha convertido en un actor incómodo, sobre todo con el precedente de Teruel Existe. Todo lo que no sea que la plataforma soriana se presente a las próximas elecciones será caminar hacia su extinción que, al mismo tiempo, se puede precipitar si se comparece en las urnas con poco éxito.En cualquier caso, todos los partidos nacionales, conscientes de que la balcanización del Congreso, con el ejemplo turolense, atenta a sus intereses históricos han vuelto la mirada a un medio rural prolijo en abandonos. Aunque improbable, uno de los dos diputados que se reparte Soria puede verse comprometido. Ahora que todo el mundo, al albor del dinero, se cree zona despoblada,hay cada vez más votos en juego. En ese contexto, se enmarcan las 130 medidas de Sánchez ante el reto demográfico, con un despliegue de 10.000 millones de euros que le ha sido dado en plan Bienvenido Mr. Marshall a través del Plan de Recuperación de Europa. Muy en consonancia con las 101 propuestas del modelo de desarrollo que este lunes presentaba la España Vaciada en el Congreso este lunes, la versión demográfica de sienta a tu mesa a un pobre por Navidad. Unas propuestas que apuntan a lo básico, a recortar la diferencias de servicios, ya que de sol y playa no se puede, entre unos enclaves y otros.Muy de perogrullo: comunicaciones, autovías, servicios sanitarios; actos de fe tanto como que la cárcel abra este año y el CPD lo haga en 2023, como se ha prometido, y no en 2026 como apunta el plan de Sánchez.
 Unos y otros, los que ocupan las instituciones y los que de momento chupan banquillo pero van conquistando espacios se ven las caras en El Hueco, a puerta cerrada, en un foro que bien se podría celebrar en La Rioja o Navarra. Cita, Presura, para hablar mucho y contar poco, pero donde hay que estar, conscientes de que, desde su pequeñez, el medio rural supone un importante escaparate al que conviene pasar la mano por el hombro por lo que pueda pasar y porque uno no sabe de qué aliados va a necesitar en un futuro. Hay un mérito que no hay que desdeñar, el haber puesto la despoblación en centro de la agenda mediática, pese a que los discursos vayan en una dirección y los dineros en otros.Es preciso que reluzcan las desigualdades que sufren los territorios con menos recursos humanos, con vida a pesar del abandono, con una falta de servicios que merma el atractivo de las comarcas de interior. Otra cuestión son los intereses espurios que siempre se presupone a los que toman la iniciativa, nadie da duros a pesetas, y que parecen reducir el drama de la provincia a un ‘bla, bla, bla’ en el que todos tenemos algo que decir mientras esperamos que se pase de las musas al teatro.