Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Ayuso no descarta a Vox

28/04/2021

Isabel Díaz Ayuso ha conseguido lo mismo que los austriacos con Hitler y Beethoven al persuadir al mundo que el primero es alemán y el segundo de su país. Así ha hecho la presidenta madrileña que ha convencido que todo lo malo que le ocurre a la comunidad sobre la gestión sanitaria es consecuencia de la acción del Gobierno central, y todo lo bueno que ocurre en la economía es gracias a su gestión. La realidad dista mucho de ser esa, por cuanto Madrid presenta y ha presentado los peores números de la pandemia durante muchas etapas y la evolución económica está en la media del país,  

Cada vez hay menos dudas de que Ayuso volverá a ser la próxima presidenta madrileña si se tiene en cuenta el resultado de todas las encuestas y la forma en la que se desarrolla la campaña electoral para el 4-M. Una victoria que será tanto por méritos propios derivados de su capacidad ‘austriaca’ como por los deméritos ajenos, en particular de la campaña que ha desarrollado su principal oponente y vencedor de las pasada autonómicas, el candidato socialista, Ángel Gabilondo, o más bien de quienes se la han diseñado, que van de error en error hasta la derrota final, que puede tener como resultado la posibilidad de que el PSOE obtenga los peores datos en muchos años, a pesar de que quien fuera ministro de Educación sigue siendo el candidato mejor valorado para ser presidente de todos los madrileños.    

Ante su trayectoria ascendente, los partidos de izquierda han ido variando su estrategia al calor de las circunstancias, el resultado de los debates realizados y boicoteados, la entrada en escena de las amenazas contra ministros y Pablo Iglesias y la demanda del establecimiento de un cordón sanitario sobre Vox. Ayuso tampoco ha cometido graves errores hasta el momento, -otra de las expectativas de los partidos de izquierdas- y los que tuvo quedaron sepultados por las polémicas posteriores. .  

La presidenta madrileña, como es lógico, no desvela si pactará con Voz para formar gobierno, porque es contraproducente en campaña y no dependerá de ella sino de las exigencias del partido de ultraderecha, que puede contar con un 20% de los diputados autonómicos que sostengan parlamentariamente al Ejecutivo regional. Si es una cantidad suficiente para pedir estar o no en el gobierno es pronto para saberlo, pero desde luego Ayuso va a ser cautiva del partido de Santiago Abascal, de una forma u otra. Si Díaz Ayuso convocó las elecciones para gobernar en solitario y sin, es posible que haya dado una vuelta en círculo y solo haya cambiado de compañía con el hándicap de que esa ‘liaison dangereuse’ iría en contra de la estrategia global de su partido.  

Y en esa línea Ayuso no solo se declara contraria al establecimiento del cordón sanitario a Vox, sino que pide a los socialistas que, si no quieren que tenga que contar con la ultraderecha, que le apoyen a ella. Se trata de un argumento reversible que bien puede utilizar Pedro Sánchez con Pablo Casado para no tener que contar con los apoyos de los socios de la moción de censura, ERC, Bildu…. Las matemáticas parlamentarias son inexorables, porque nadie tiene la generosidad suficiente –esto no es Alemania ni Suecia- para dejar fuera de juego a la ultraderecha ni a la extrema izquierda.