Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Turismo en cuarentena

29/07/2020

Con el miedo a un nuevo confinamiento, lo que sería letal para la economía, y los rebrotes campando a sus anchas por esta España de las autonomías, donde cada una hace lo que entiende más conveniente, vienen los chicos de Boris Johnson y arrean una tremenda patada a uno de los sectores más pujantes de nuestro país. El veto británico al turismo lastra una recuperación casi imposible de la temporada, fiando a la ampliación de los ERTE hasta diciembre la única opción de frenar la sangría laboral y el cierre de miles de establecimientos y empresas. La decisión del gobierno británico de imponer una cuarentena de dos semanas a quienes viajen desde España es sólo la punta de lanza de otras medidas restrictivas que ya manejan países como Alemania y Holanda, a pesar de que la media de contagios en sus propios territorios es mayor que la española. Otra vez la Europa de las dos velocidades, la que conforman los países del norte frente a los que integran el sur del continente. Y eso que el Reino Unido ya está fuera de la UE.

Pero no nos engañemos, la política de avestruz a la que juegan el Gobierno de la nación y las comunidades autónomas desde el fin del estado de alarma mucho tiene que ver con esas drásticas decisiones. El primero por cierta inanición en su papel de coordinador y garante y los segundos, por carecer de respaldo legal para la adopción de medidas extraordinarias y tener una mirada cortoplacista. ¿Alguien en Moncloa ha pensado en los desplazamientos entre las propias regiones? ¿O acaso alguien había creído que la pandemia también cogía un tiempo de vacaciones?

Tampoco se comprende ese intento por trocear el mapa español para establecer corredores sanitarios, más proclives al turismo de sol y playa, cuando también hay territorios, como el de Castilla y León, que reciben miles de visitantes internacionales al año. No hay que olvidar que el sector turístico en la Comunidad representa más del 10 por ciento de su PIB y el número de empleados supera los 72.000 afiliados, quienes tienen el mismo derecho que el resto para mantener sus puestos de trabajo.