Hemos asumido que meter un gol con un rival tendido en el suelo es un acto antideportivo. Sí… Pero permítanme añadir un «depende» enorme: si el caído viste nuestra camiseta, pitaremos como si nuestra vida dependiese de ello e insultaremos cargaditos de razones a los sucios rivales. Pero, ¿y si el caído es un adversario? ¿Y si vamos perdiendo 0-1 y es el minuto 85? Pues eso: no podemos jugar a dos bandas ni ser unos hipócritas de manual según sople el viento. Aunque claro, eso de tener un criterio único y respetarlo no va mucho con la volatilidad moral del ser humano…

Por ejemplo, lo de Movistar el viernes. Caída masiva que implica al líder… y a tirar en bloque. Aunque el comunicado oficial del equipo diga que su estrategia «ha respondido a lo planificado de antemano y en modo alguno a un intento de aprovechar la caída de nuestros rivales», el error es evidente. Pero la reacción furibunda de algunos corredores no tiene un pase. Miguel Ángel López, caliente en meta, directamente llamó «estúpidos» y «tontos» a los corredores de Movistar. Tour de Colombia de este año, sexta etapa, subida al duro Alto de Las Palmas. Un espectador tira al suelo a Nairo Quintana, Superman López mira hacia atrás y lo ve… y ataca con fuerza. Otro: Purito Rodríguez, que habló de «¡Vergüenza!», se puso líder en Valdezcaray en la cuarta etapa de la Vuelta de 2012… con el Katusha tirando a bloque en la subida para arrebatar el maillot rojo a Valverde, que había sufrido una caída.

¿Fueron antideportivos? Sí ¿Lo fue el Movistar el viernes? También. Pero hasta que no exista un criterio común o incluso un reglamento que gestione estas situaciones, seguiremos apoyándonos en esas normas no escritas que, efectivamente, interpretamos según nos beneficien o perjudiquen.