José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


No siempre somos canallas

30/08/2020

Está generalizada la idea de que la intervención humana en los espacios naturales, suele generar impactos negativos salvo que, la actuación se oriente a su protección. Hay, de vez en cuando, sin embargo, excepciones asombrosas que sólo se pueden interpretar a la luz de la historia remota. Supongan que hoy se le ocurre a una empresa minera reventar una montaña,-textual,- para extraer un mineral valioso. Seguro que, ni de lejos se  imaginan que le pudieran dar los permisos sin objeciones, ni que los ecologistas aplaudieran la decisión, pero menos aún que, pasados unos años o siglos el lugar sería declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.       
‘Se ha fumado usted algo raro, señor Bravo’, dirán ustedes, o  ‘está sufriendo alguna extraña secuela del covid 19, de momento desconocida’. Ríanse si quieren, pero lo que les he contado es la historia de las Médulas de León, explotadas por los romanos para extraer oro, con el procedimiento denominado ‘ruina montium’, que revela a las claras como se trataba el paisaje, si el objetivo era obtener oro para el imperio. Hoy las Médulas son un lugar increíble.
Descendamos no obstante al modesto territorio de nuestra provincia y  a situaciones muy recientes. Los ornitólogos locales y algunos foráneos, están como chiquillos con zapatos nuevos con un animalito, del tamaño de un gorrión, al que llaman carricerín cejudo. El delicado pajarillo le ha tomado el gusto a las lagunillas de Fuentecantos y allí hace pausa en sus migraciones desde la Europa del este a África. Resulta que se trata de una especie vulnerable y que se prodiga en el citado pueblo merced a la acción humana. Los huecos de las charcas, son lo boquetes resultante de una explotación de áridos, grava en concreto, y el agua procede de la vetusta y averiada red, cuajada de pérdidas del regadío de Buitrago.
Como habrán supuesto, los ornitólogos de Seo Birdlife ya han llamado la atención sobre esta  circunstancia, porque han anillado a numerosos especímenes y han determinado la  gran importancia del lugar en la migración del pajarillo. Pero hay problemas en el horizonte, para empezar que los terrenos que integran este ecosistema son privados y ya hay quien se ha propuesto desecar los humedales para darles algún uso agrícola o ganadero. Y lo que es peor, el regadío de Buitrago, por fin se va a modernizar, que ya era hora por cierto, y si ya no pierde agua, la laguna será un secarral y ni carricerines,  ni ranas. Ni siquiera mosquitos.
Gran paradoja. Es, salvando la distancia, como la proliferación de las cigüeñas allá donde abundan los vertederos de basura.